La guerra iniciada por Rusia sobre territorio ucraniano está afectando a todos los sectores económicos en Europa y fuera de ella, y el del automóvil no se ha librado tampoco. Y es que algunas de las fábricas operadas por los grupos automovilísticos Volkswagen y Renault paralizarán sus operaciones esta semana por los cuellos de botella derivados de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Concretamente, Volkswagen detendrá la producción en sus plantas de Zwickau y Dresde, en el Este de Alemania, durante unos días a principios de marzo debido a la escasez de piezas fabricadas en Ucrania, incluidos los juegos de cables eléctricos, según informa Bloomberg.
Por su parte, Renault detendrá las operaciones en su planta de ensamblaje de Moscú, ya que los cuellos de botella en la frontera rusa retrasan las entregas de piezas. Otra de sus plantas, operada por la empresa AvtoVaz de Renault en Toliatti, en el Sur del país, detendrá la producción el lunes por la escasez de semiconductores.
Renault produce modelos como el Captur y el Duster en la planta de Moscú, y fabrica coches Lada a través de su empresa AvtoVaz. Rusia es el segundo mercado del fabricante francés, con un 18% de las ventas en volumen.
Las empresas automovilísticas alemanas y sus proveedores mantienen unos 49 centros de producción en Rusia y Ucrania, y las consecuencias para las empresas y sus empleados aún no están del todo claras, según el grupo de presión automovilístico alemán VDA
Toyota, temor a ciberataques
Por su parte, el fabricante japonés Toyota ha anunciado la suspensión temporal de la producción en todas sus fábricas en Japón hoy martes debido a un problema técnico en uno de sus proveedores, que según los medios locales se trataría de un ciberataque.
El mayor fabricante mundial de vehículos por volumen de ventas aplicará esta medida extraordinaria en sus 14 plantas en Japón durante hoy martes 1 de marzo debido a un "fallo en el sistema de un proveedor nacional", según explicó en un comunicado publicado este lunes.
Toyota Motor no dio más detalles del incidente y afirmó que "tomará todas las medidas posibles" junto a sus proveedores nacionales para continuar "lo antes posible" con su producción. La cadena estatal japonesa NHK achacó esta interrupción de sus operaciones al ataque contra uno de los proveedores de componentes de Toyota, citando a fuentes próximas a la empresa nipona, la cual por ahora no ha confirmado este extremo.
El incidente se produce después de que las autoridades de diversos países alertaran de la posibilidad de que Rusia efectuara ciberataques sobre objetivos de los países que han apoyado las sanciones en su contra debido a la invasión de Ucrania.
Japón se ha sumado a las medidas punitivas contra Moscú puestas en marcha por países del G7 y la UE, entre ellas la exclusión de bancos rusos del sistema internacional Swift o la congelación de activos de entidades e individuos rusos.