International Airlines Group (IAG) –al que pertenecen las aerolíneas Iberia, Vueling, British Airways, Aer Lingus y Level- ha encomendado su futuro al levantamiento de las restricciones en Europa de cara al verano. El pasado febrero, el holding revisó su plan de negocio hasta el 31 de marzo de 2022, analizando los escenarios a los que se enfrenta por el impacto de la covid-19 y la lenta recuperación de la movilidad.
IAG toma como hipótesis principal la “relajación gradual de las restricciones a los viajes, basándose en la administración de vacunas durante el año”. El grupo supone que “se pondrán en marcha corredores entre países a partir del tercer trimestre de 2021, primero en Europa y después en Norteamérica, a los que seguirán otras regiones en el primer semestre de 2022”. Como el sector turístico en general, la matriz de Iberia tiene sus esperanzas puestas en este verano.
En este sentido, el grupo trabaja ya en una recuperación de la oferta media de asientos modelada por región geográfica y, en algunas regiones, por destinos clave. Según detalla, espera incrementarla gradualmente, pasando de un 79% menos de capacidad en el primer trimestre de este año –respecto a las cifras de 2019- a sólo el 18% menos en el primer trimestre de 2022. Con estos datos, la capacidad hasta final de marzo del próximo ejercicio estará, de media, un 43% por debajo de los niveles precovid.
El grupo al que pertenece Iberia también contempla un escenario más “pesimista”, con un despliegue más lento del programa de vacunación, manteniéndose las restricciones a los viajes y retrasándose la recuperación gradual de la capacidad en un plazo más largo. En este contexto, el grupo no podría alcanzar los niveles de capacidad antes mencionados durante este verano y tendría que esperar a los primeros meses de 2022. IAG reconoce que si esto ocurriera, tendría un impacto “grave”, aunque “plausible”.
Sin embargo, en el informe de auditoría se advierte que en el caso de que se produzca un escenario más severo de los ya considerados, la sociedad se verá en la “necesidad de obtener financiación adicional suficiente, lo que representa una incertidumbre significativa a febrero de 2021 que podría poner en tela de juicio la capacidad de la sociedad y el grupo para mantenerse como empresa en funcionamiento”.
Casi 7.000 millones de pérdidas en 2020
La matriz de Iberia o Vueling perdió 6.923 millones de euros en 2020 por la crisis del coronavirus, frente a los beneficios de 1.715 millones de 2019. Los ingresos totales de la compañía sufrieron un descenso del 69%, pasando de los 25.506 millones de 2019 a los 7.806 millones. La deuda neta del grupo aéreo ha aumentado en 2.200 millones en un año, hasta los 9.762 millones a 31 de diciembre de 2020.
“Nuestros resultados reflejan el tremendo impacto que ha tenido la covid-19 en nuestro negocio. Hemos tomado medidas efectivas para preservar el efectivo, reforzar la liquidez y reducir nuestra base de costes. A pesar de esta crisis, nuestra liquidez se mantiene fuerte", aseguraba Luis Gallego, consejero delegado de IAG, durante la presentación de los resultados hace unas semanas.
A 31 de diciembre, la liquidez del grupo era de 10.300 millones de euros, incluyendo 2.700 millones de euros de una ampliación de capital y un préstamo de 2.000 millones de libras esterlinas de UK Export Finance (UKEF). Esta cifra es mayor a la de antes de la pandemia. El efectivo se situó en 5.917 millones de euros a 31 de diciembre de 2020, lo que supone una disminución de 766 millones de euros respecto al 31 de diciembre de 2019.
El grupo confía en seguir consiguiendo financiación para reforzar aún más la posición de liquidez. “Los consejeros de la sociedad tienen la expectativa razonable de que la sociedad y el grupo cuentan con suficiente liquidez para seguir operando durante el futuro previsible y, por tanto, sigue elaborando sus estados financieros bajo el principio de empresa en funcionamiento”, sentencia IAG en sus cuentas.