"Se espera una nueva operación, con un posible cambio de control en 2024". Así lo trasladan a Vozpópuli fuentes cercanas a conversaciones entre partes involucradas en el futuro de Metrovacesa, la promotora con mayor capitalización bursátil de España, que tiene como principal accionista al Banco Santander y, desde 2023, al magnate Carlos Slim como su segundo mayor inversor.
De acuerdo a las fuentes consultadas, el mexicano ya dueño en España del grupo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y la promotora Realia prepara una nueva ofensiva sobre Metrovacesa, dirigida a incrementar su peso e idealmente consumar un cambio de control en la inmobiliaria con la mayor bolsa de suelo nacional. Y ello, a las puertas de un año que, en su segunda mitad, se presume más que activo en cuanto a operaciones inmobiliarias al calor de una posible rebaja en los tipos de interés desde el Banco Central Europeo.
Actualmente, la octava mayor fortuna a nivel mundial ostenta algo más de un 20% de las acciones de Metrovacesa, por lo que para superar a Santander, precisaría adquirir un nuevo tramo cercano al 30% del capital. Esto es, algo más del 24% que ya intentó comprar en 2022 con una Oferta Pública de adquisición de Acciones que estuvo financiada, de hecho, por el mismo banco cántabro.
En noviembre, la mayoría del accionariado aprobó la entrada de un nuevo miembro en el Consejo como consejero dominical, Juan Antonio Franco Díez, presidente de la sociedad patrimonial Jezzine que controla FCC, al que se dispensó de la obligación de no competir con la propia Metrovacesa
Sabido es que mientras el Santander valora su parte en Metrovacesa muy por encima de su capitalización bursátil -lo hace más bien en línea con el valor de sus activos-, BBVA estaría más predispuesta a vender su parte a un precio accesible para Slim. El banco vizcaíno permanece como el dueño de un 20% en la promotora, por lo que el mexicano se ha venido centrando en despejar los posibles obstáculos de accionistas minoritarios, que ahora representarían en torno al 6% del capital. La compañía hoy capitaliza algo más de 1.000 millones, por los más de 2.000 millones en que están tasados sus activos.
Las fuentes consultadas insisten en que las nuevas decisiones de Slim irían de la mano de una serie de "acuerdos comerciales tangibles" que están desde hace tiempo sobre la mesa del propio banco que preside Ana Patricia Botín. En los círculos empresariales se le atribuye a la presidenta de la entidad cántabra una relación cercana con Slim, con quien comparte además accionariado en el grupo de comunicación Prisa.
En este sentido, la apuesta sobre Metrovacesa desde una de las partes pasa por una exclusión de bolsa, de forma que el Santander se quedaría con una porción que se podría liquidar, a mejor precio, fuera de los mercados cotizados.
Slim, en suma, emplearía su parte en Metrovacesa para potenciar su negocio inmobiliario en España con una eventual fusión con Realia y/o una reorganización general bajo el brazo más amplio del grupo constructor FCC. Así las cosas, hay quien apunta a que uno de los frentes de la operación pasaría por el del riesgo de concentración de mercado. Esto es, que requeriría un 'plácet' de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que otros informantes, empero, no ven como un problema por la "atomización" del mercado inmobiliario español.
Slim ha 'cocinado' la operación a fuego lento
La octava fortuna a nivel mundial entró en el capital de la promotora que tiene como consejero delegado a Jorge Pérez de Leza en el año 2020, justo antes del estallido de la pandemia del coronavirus, con la compra de un 3%. Desde entonces, el mexicano fue escalando posiciones en el capital de Metrovacesa hasta alcanzar el 21,19% el 15 de diciembre de 2023.
Un mes antes, la Junta general de accionistas de Metrovacesa había aprobado la entrada de un nuevo miembro en el Consejo, Juan Antonio Franco Díez, asesor del área inmobiliaria del grupo inversor de Slim así como presidente de la sociedad patrimonial Jezzine que FCC absorbió en 2021.
En esa Junta extraordinaria, la mayoría del capital detentado por Santander, Slim y BBVA acordaron dispensarle, "en lo que fuera menester", de "la obligación de no competir con la Sociedad prevista en el artículo 230 de la Ley de Sociedades de Capital" habida cuenta de sus mismos cargos en empresas competidoras de Metrovacesa bajo control del magnate mexicano.