El Índice de Precios de Consumo (IPC) dispara su tasa interanual en noviembre hasta el 5,6%, dos décimas por encima de la registrada en octubre y continúa en su nivel más alto en 29 años, debido el encarecimiento del combustible y los precios de la alimentación, según ha avanzado el Instituto Nacional de Estadística (INE) este lunes.
Con el avance de noviembre, el dato más elevado desde septiembre de 1992, el IPC interanual encadena su undécima tasa positiva consecutiva. Los precios subieron un 0,4% entre noviembre y octubre, según los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística. De esta forma, la tasa mensual del IPC lleva cuatro meses al alza, aunque este aumento es el menor del periodo.
Por su parte, el INE avanza que los precios de la electricidad, que llevan meses al alza, dieron un respiro a la tasa interanual del IPC en noviembre al moderarse respecto a la subida registrada en octubre de 2021, cuando se disparó hasta el nivel sin precedentes del 62,8% en tasa anual. Sin embargo, habrá que esperar a la publicación de los datos confirmados el próximo 15 de diciembre para conocer la variación exacta por subclases.
Por su parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta tres décimas hasta el 1,7%, con lo que se sitúa casi cuatro puntos por debajo de la del IPC general.
Aumenta en 5.000 millones el gasto en pensiones
A falta de conocer el dato definitivo de noviembre, todo apunta a que el año podría acabar con una subida promedio del 2,5%, frente a la inflación prevista del 0,9% sobre la que se revalorizaron las pensiones este 2021. A la subida de precios se sumarán luego otros factores que puedan hacer crecer el gasto, como el aumento del número de pensionistas.
A partir de 2022 las pensiones se revalorizarán en base al IPC medio del año anterior (hasta noviembre) y no en base al IPC previsto. De esta forma, la subida de las pensiones en 2022 se hará en base a la media de las tasas registradas entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021 (12 meses).
Esto tendrá un impacto en la ya conocida como 'paguilla' a los pensionistas, que se abonará el próximo mes de enero para compensar la desviación del IPC sobre la subida del 0,9% en 2021 y ascenderá a cerca de 2.500 millones de euros, según Funcas.
Con este método, el Gobierno solventa la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados por el incremento de los precios desde la pasada primavera, aunque esta será la última vez que el Gobierno lo haga. Para hacer el cálculo, el centro de estudios considera que cada punto de inflación adicional tiene un sobrecoste de 1.600 millones de euros.
Además, el efecto derivado de la inflación en las pensiones de 2022 será el mismo que en 2021 (compensado con la famosa 'paguilla'): unos 2.500 millones más que se suman a los cerca de 1.500 millones que ya se concebían con una subida del IPC del 0,9%.
Es decir, en una coyuntura como actual, el gasto público estructural se elevará en 2022 en al menos 6.500 millones de euros solo por el efecto de las tensiones inflacionistas sobre las pensiones (5.000 millones más de lo esperado).
La cuestión está en que el gran incremento en pensiones por la subida de precios se producirá ya en 2023, "puesto que para 2022 se contabilizan las tasas de diciembre de 2020 y principios de 2021, que eran muy bajas, incluso negativas", explica a Vozpópuli Mª Jesús Fernández, economista senior de Funcas.
De esta forma, según el centro de análisis, la escalada de la inflación en 2022 y que se tomará como referencia para las pensiones de 2023 será mayor que este año, en torno al 3,2%, lo que supondrá un sobrecoste en pensiones de unos 5.200 millones.
En definitiva, la escalada de la inflación desde el mes de marzo elevará en cerca de 10.000 millones la factura de las pensiones hasta 2023, tal y como publicó este periódico.