Llega la semana decisiva para DIA. Los accionistas de la compañía serán los encargados de decidir qué futuro quieren: el que propone el consejo de administración, pactado con la banca, o el plan de su accionista mayoritario, Mikhail Fridman (LetterOne). Este dilema se resolverá en la junta que está convocada para los días 19 y 20 de marzo. Dos fechas que esconden un arma secreta.
Los accionistas de días tienen programado el día clave el próximo 20 de marzo, porque la próxima compañía destacó esta segunda jornada como la principal jornada de la junta de accionistas. “Previsible que se celebre en segunda convocatoria, al objeto de deliberar y resolver acerca de los asuntos comprendidos”, aseguraba la compañía.
Pero nada se puede descartar en la situación que vive DIA. Por ello, los propios accionistas ven en la votación en la primera convocatoria como un detalle que puede ser definitivo. “Los estatutos permiten que se celebre la junta en su primera fecha si se cumple una serie de requisitos del reglamento y este escenario podría pillar a muchos accionistas desprevenidos”, analizan accionistas de la compañía.
El reglamento interno de la compañía recoge que "la junta general quedará constituida, en primera convocatoria, cuando los accionistas presentes o representados, posean, al menos, el 25% del capital suscrito con derecho a voto”. Un escenario que facilitaría, sobre todo, la posición de LetterOne, el brazo inversor de Mikhail Fridman, que es dueño del 29% de las acciones de DIA.
Aunque el artículo 194 de la Ley de Sociedades de Capital imposibilita este escenario favorable para el accionista mayoritario de DIA. “Para que la junta general, ordinaria o extraordinaria, pueda acordar válidamente el aumento o la reducción del capital y cualquier otra modificación de los estatutos sociales, en primera convocatoria, la concurrencia de accionistas presentes o representados, que posean al menos, el 50% del capital suscrito con derecho a voto”, explica la norma.
Segunda convocatoria
Como las dos propuestas que se votarán en la junta incluyen un ampliación de capital, se necesitará la presencia de 50% del capital para poder votar el martes. Por su parte, para la segunda convocatoria las condiciones cambian, pero también se verá afectada por el calibre de las decisiones que se adoptarán en la misma.
Con una ampliación de capital de por medio, la normativa obliga a la asistencia del 25% de del capital en segunda convocatoria. Si bien, si esta convocatoria cuenta con menos del 50% del accionariado presente con derecho a voto, se necesitará una mayoría de dos tercios del capital presente o representado en la junta para aprobar un aumento o la reducción del capital.
“En todo caso, si el capital presente o representado supera el 50%, ya sea en primera o en segunda convocatoria, bastará con que el acuerdo se adopte por mayoría absoluta”, matiza DIA en sus estatutos. Un baile de accionariado que tendrán en cuenta ambos bandos. Hasta el momento, sólo Western Gate, fondo del empresario portugués Luis Amaral y dueño del 2% de DIA, se ha pronunciado a favor de la propuesta del consejo. Por lo tanto, cualquier arma secreta puede ser clave para decantar el resultado de esta junta decisiva.