Lidl ha abierto cerca de una docena de tiendas durante la pandemia en toda España, lo que le está permitiendo mantener su plan de expansión para 2020. En concreto, entre marzo y julio la empresa alemana ha levantado la persiana a establecimientos ubicados en Cataluña Comunidad Valenciana, Canarias, Andalucía o Castilla y León.
Así, según los datos aportados por la propia compañía, en julio invirtió 42 millones de euros en siete proyectos, en junio otros 17 millones destinados a tres tiendas y 3,7 millones más en mayo para un establecimiento en Málaga. A estas cifras habría que sumar, además, los 20 millones de euros que Lidl pretende gastar a lo largo de este mes de septiembre en cuatro nuevas tiendas (Cataluña, Madrid, Aragón y Castilla y León), con las que tratará se seguir ganando espacio a sus competidores.
"Con esta expansión, en lo que va de año hemos ampliado ya nuestros equipos de venta con 240 nuevos empleos", apuntan desde Lidl, al tiempo que reseñan que revén mantener un ritmo de crecimiento "similar" al de los últimos años al cierre del ejercicio fiscal de 2020 -en febrero-. En concreto, con treinta aperturas nuevas.
De hecho, Lidl, que en febrero llegó a las 600 tiendas en España, está abriendo en los últimos ejercicios más de una veintena de locales anuales. Así, 2018 lo cerró con 575 tiendas operativas, 22 más que en el ejercicio anterior; en 2019 abrió 29.
Recupera su espacio
Ubicado en la cuarta posición de la tabla, por detrás de Mercadona, Carrefour y Dia, la compañía alemana está sumida en un plan de expansión y readaptación del modelo de tienda con el que pretende ganar nuevos clientes y acortar posiciones con su competencia más directa.
La apuesta por las nuevas aperturas ha logrado, en parte, que Lidl recupere los consumidores que había perdido durante las semanas de confinamiento. De hecho, y a pesar de que había visto empeorar sus resultados, ya en junio empezaba a mostrar signos de recuperación.
En esta línea, según se desprende de los datos recogidos por Kantar, la alemana vio cómo se incrementaba su cifra de cuota de mercado de un 4,6 a un 6% en la 'desescalada', un procentaje muy próximo a la fase previa a la crisis.
