El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma este jueves que el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió en febrero un 0,4% respecto al mes anterior (una décima más de lo avanzado) pero redujo seis décimas su tasa interanual (inflación), hasta el 2,8%. Los motivos fueron el abaratamiento de la electricidad y la estabilidad de los precios de los alimentos. Por contra, en febrero subieron los precios de los carburantes.
Con el retroceso del IPC interanual en el segundo mes del año, la inflación vuelve a registrar descensos después del repunte de enero y se situó en su nivel más bajo desde el pasado mes de agosto, cuando alcanzó el 2,6%. Además, bajó en febrero de la barrera del 3% tras cinco meses consecutivos por encima de esta cota.
El Ministerio de Economía ha destacado, además, que "los alimentos registraron la menor tasa desde hace dos años". La inflación en el supermercado bajó más de dos puntos en febrero, hasta el 5,3% interanual, la tasa más baja desde enero de 2022, gracias también a la estabilización de los precios en el último mes, que no subieron ni bajaron respecto a enero.
Rebote de la inflación en marzo
Sin embargo, la bajada de los precios de la electricidad ha hecho decaer la rebaja del IVA en marzo. Este mes los hogares vuelven a pagar un 21% de IVA en su factura de la luz, tras más de dos años de rebajas fiscales para contrarrestar la subida de precios. La decisión tendrá un efecto negativo en la inflación, elevándola automáticamente en alrededor de tres décimas.
Contrarrestará así el impacto positivo que tendrá el abaratamiento de la electricidad. Los cálculos del sector eléctrico apuntan a que el impacto de incrementar el IVA del 10% al 21% acarreará un incremento del 15% en una factura media anual de un cliente tipo, pasando de 467 euros a 539 euros anuales. Es decir, se pagarán 72 euros más al año.