La Comunidad de Madrid no sufrirá una merma en sus ingresos tributarios pese a su reciente anuncio de eliminar los tres impuestos propios que todavía tenía en vigor.
Se trata del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), el Impuesto sobre Depósito de Residuos y el Impuesto sobre la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería autorizados.
La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, eligió el pasado miércoles para hacer el anuncio, coincidiendo con el acto multitudinario que había organizado Moncloa para escenificar el inicio de curso de Pedro Sánchez.
Sin embargo, aunque el anuncio acaparó mucha atención mediática, la eliminación de estos tres tributos no supondrá una caída de los ingresos tributarios para las arcas autonómicas y tampoco una menor contribución de los ciudadanos.
Esto se debe a que, por un lado, el Impuesto sobre Depósito de Residuos estaba ya condenado a desaparecer, ya que será sustituido por el Impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos y la incineración de residuos, de ámbito estatal que está en tramitación parlamentaria.
Cuando entre en vigor, será el Estado y no las comunidades el que grave el depósito de residuos y recaude por ello, pero aun así, tal y como está previsto en el anteproyecto de ley, el Estado compensará a las comunidades por su pérdida de recaudación.
El Impuesto sobre la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería autorizados también quedará sustituido por el Impuesto al Juego, de carácter nacional; mientras que el IAE ya estaba bonificado al 0%, con lo que Madrid no ingresaba nada por esa figura ni suponía un gasto para los contribuyentes.
El Estado central compensará la menor recaudación
"Es un poco tramposo en la forma de exponerlo. Decir que 'quitamos los impuestos' cuando en verdad no quitamos nada. El IAE era del 0%, que por cierto muchas comunidades no lo tienen, y los otros dos van a quedar subsumidos por impuestos estatales. De hecho, en función de la recaudación estatal le tendrá que compensar, así que la Comunidad no va a perder recaudación, puede incluso ganar más por la compensación", explica a Vozpópuli Luis del Amo, secretario del Registro de Asesores Fiscales (REAF).
La Comunidad de Madrid ingresó en 2020 un total de 3,4 millones de euros por los dos tributos mencionados (por IAE no ingresaba nada al estar bonificado), pero no dejará necesariamente de ingresar ese dinero ya que lo recibirá vía Estado Central.
Con la eliminación de estos tributos es cierto que la Comunidad de Madrid pasa a ser la única del régimen común que no tiene impuestos propios, lo que contrasta con otras regiones como Cataluña que lidera la clasificación con diecinueve figuras impositivas propias.
Madrid no tiene impuestos propios, pero sí tasas
Aun así, hay que tener en cuenta que algunos objetos imponibles (bienes o servicios sujetos a tributación), como el agua -que genera el grueso de los ingresos tributarios autonómicos-, en la Comunidad de Madrid son gravados con tasas y no con impuestos o cánones, de ahí que no se incluyan en la lista de impuestos propios pese a que la región grava a los ciudadanos por ellos e ingresa igualmente.
Al ser considerados tasas y no impuestos no figuran en la lista de tributos propios, pero no eso no quiere decir que no existan y afecten al bolsillo de los consumidores.
"Hay que tener en cuenta que existen algunos conceptos que se cobran vía impuestos propios mientras que, en otros casos, se ha decidido crear una tasa, como por ejemplo las tasas sobre el agua o sobre el juego, lo cual produce una distorsión sobre los ingresos obtenidos (...) Esta situación ocurre especialmente en los ingresos relacionados con el agua porque, en numerosas ocasiones, los cánones regulados por las autonomías se configuran como tasas", advertía el REAF en su último informe sobre el 'Panorama de la fiscalidad autonómica y foral en 2021'.
Los economistas piden "cautela" al hacer comparaciones, ya que "en algunas autonomías determinados objetos imponibles se gravan con impuestos propios mientras que en otras esos mismos objetos imponibles se gravan a través de tasas".
Una vez considerado este efecto distorsionador, sí hay que tener en cuenta que existen grandes diferencias entre lo que gravan unas y otras comunidades, y que la de Madrid es una de la que menos ha recurrido a esta vía de financiación, al haber renunciado por ejemplo a ingresos tributarios por estancias en establecimientos turísticos.
