La Asociación de Accionistas Defensores de Día (AADD) considera que la fórmula propuesta por el Consejo de Administración, y apoyada por el Santander y su presidenta, Ana Patricia Botín, consistente en una reducción y posterior ampliación de capital, es una grave equivocación, ya que sólo va a servir para entregar la mayoría accionarial a Mikhail Fridman y LetterOne.
"Los accionistas minoritarios difícilmente participarán en la estrategia de captación del Santander de más de 120.000.000 de acciones para aprobar la ampliación, mencionada por su presidenta la pasada semana en distintos medios, puesto que ya han perdido bastante", explica esta asociación que lidera el empresario valenciano Rafael del Castillo.
La AADD considera que este escenario provocará que los accionistas no acudan a la ampliación propuesta y preferirán acudir a la OPA de Mikhail Fridman y Letter One o vender en el mercado, pese a que su precio está muy por debajo del valor real de la Compañía.
"Si Fridman consigue el 51%, posiblemente paralizará la ampliación, quedando la empresa en manos de LetterOne, suponiendo una pérdida grave para el tejido agroindustrial y de distribución español", destaca la asociación.
Si Fridman consigue el 51%, posiblemente paralizará la ampliación, quedando la empresa en manos de LetterOne, suponiendo una pérdida grave para el tejido agroindustrial"
Esta asociación está trabajando en "una solución alternativa" a la OPA de Mikhail Fridman y a la ampliación de capital propuesta, para lo que está manteniendo conversaciones desde hace unas semanas con varios grupos empresariales. En este sentido, la AADD busca concienciar a las instituciones públicas del "riesgo" que supone que la compañía termine en manos del fondo.
Amenazas del consejo
Por otro lado, la asociación que lidera Rafael del Castillo, y que cuenta con el abogado Miguel Durán como asesor legal, entiende que es una “barbaridad” que el consejo amenace con solicitar la disolución judicial de Supermercados Día en el plazo de dos meses tras la junta de accionistas, tal y como difundió ayer en los medios de comunicación, si no se aprueba la ampliación de capital por 600 millones de euros.
Los minoristas ven en este movimiento una advertencia que forma parte de la estrategia del consejo para generar miedo entre los accionistas en vez de demostrar el valor que tiene la compañía, induciéndoles a pensar que no existe ninguna otra solución que la ampliación de capital.