Las acciones de Naturgy han caído este martes un 3,83% y cotiza un 13% por debajo de los 23 euros que ofrece el fondo australiano IFM en su Oferta Pública de Adquisición (OPA). El causante de esta caída es el Gobierno que, según informaba este mediodía Bloomberg, estaría barajando la posibilidad de vetar esta operación.
Esta noticia ha provocado que la energética sufriera un desplome repentino del 6%, cotizando por debajo de los 20 euros por acción. Finalmente, ha moderado esta caída y su precio de cierre se ha situado en los 20,35 euros.
La información de Bloomberg apunta que la operación ha tenido gran protagonismo este martes en el Consejo de Ministros. El Ejecutivo ya sopesa utilizar su derecho a veto a la operación de los australianos. Según dicho medio, el Gobierno valora tomar esta opción bajo la premisa de que la empresa es un activo estratégico para el país, lo que dejaría a una empresa vital en manos de inversores extranjeros.
Como apuntaba este medio, existen grandes diferencias entre ministerios y los propios asesores de Pedro Sánchez sobre cómo proceder con esta operación. Según explicaban fuentes internas a Vozpópuli, las dos personas de máxima confianza del presidente, su director de Gabinete, Iván Redondo; y el secretario General de la Presidencia, Félix Bolaños, tienen posiciones enfrentadas.
Redondo no ve con buenos ojos que, tras la llegada de los australianos, el 80% de una empresa tan estratégica como Naturgy esté en manos de los fondos de inversión. El director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno considera que esto supondría la pérdida de la nacionalidad de una nueva empresa energética, como ya sucedió con Endesa, y pondrá todo de su parte para retener este activo estratégico.
Por su parte, Bolaños discrepa. Y prefiere dar luz verde a la operación. El secretario general de la Presidencia y hombre muy próximo a Sánchez apuesta por no interferir en la transacción porque sería un mal mensaje para el resto de la comunidad inversora extranjera. Las mismas fuentes apuntan que, especialmente en este tema, Bolaños tendría una mayor credibilidad para Sánchez que Redondo.
Diferencias en el Ejecutivo
Esta división se añade a la ya conocida entre los ministerios. El círculo del vicepresidente Pablo Iglesias comparte el análisis de Redondo y pondrá todo de su parte para frenar, lo que consideran, 'un nuevo movimiento especulativo del sector energético español'. Como apuntillan las mismas fuentes, Reyes Maroto, la ministra de Industria, también se ha alineado con el jefe de Gabinete de Sánchez para intentar retener 'la españolidad' de este activo estratégico.
En el bando contrario aparecen Nadia Calviño y Teresa Ribera. La ministra de Economía y la responsable de Transición Energética consideran muy peligroso frenar esta OPA por el mensaje de inestabilidad que recibirían los inversores extranjeros. Unos actores que, al igual que Bolaños, consideran clave para sacar a España de la crisis que ha provocado el coronavirus.