La economía española creció el 1,1 % entre abril y junio, impulsada por el rebote del consumo de los hogares en un contexto de inflación elevada por el impacto de la guerra en Ucrania, de acuerdo con el avance del Producto Interior Bruto (PIB), publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El crecimiento se ha acelerado 0,9 puntos respecto al primer trimestre del año, en el que la sexta ola de covid-19 y la invasión de Ucrania provocó una contracción del consumo de las familias que frenó en seco el avance del PIB (0,2 %).
En el segundo trimestre el consumo de los hogares ha crecido un 3,2 %, mientras que la inversión empresarial -hasta ahora más resistente- ha caído un 2,3 % y la inversión en vivienda, edificación y construcción ha repuntado notablemente, con un incremento del 7,8 %.
La economía afronta un panorama complicado después del verano. La crisis energética, abierta desde febrero por la invasión rusa de Ucrania, mantiene en vilo a los agentes económicos. Y la amenaza de cortes severos del suministro de gas ha llevado a la mayoría de los servicios de estudios a pronosticar una ralentización del crecimiento en el último tramo del año.
El crecimiento trimestral del PIB, el quinto consecutivo, se ha situado siete décimas por encima del previsto por el Banco de España, que había proyectado en sus últimas previsiones un avance del 0,4% para el segundo trimestre.
No obstante, Estadística ha explicado que el avance de datos de este segundo trimestre se ha realizado a partir de indicadores estadísticos que ofrecían resultados hasta mayo, justo cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania.
El Gobierno también ha modificado a la baja sus previsiones para el próximo año. Calviño anunció la pasada semana una rebaja del PIB 3,5% al 2,7%.
Ahora bien, como ya ocurriera en el avance de resultados de anteriores trimestres, el INE también ha podido añadir en esta ocasión, a la información de base habitualmente empleada, resultados adelantados de algunas fuentes referidos al mes de junio estimaciones de indicadores basados en datos administrativos y otras fuentes adicionales que complementan a las usuales, todo ello en línea con las recomendaciones de Eurostat y otros organismos estadísticos internacionales.
En términos interanuales, la variación del Producto Interior Bruto es del 6,3%, tasa similar a la del primer trimestre de 2022, según apunta el INE.
Modificación de las previsiones del PIB a la baja
El Panel de Funcas, que agrupa las estimaciones de una veintena de organismos económicos, hundió recientemente sus previsiones de PIB para 2022 al 4,2% y las de 2023 al 2,5%. Hasta cinco servicios de estudios prevén ya un crecimiento por debajo del 4%. Y para el año que viene las reduce cinco décimas.
El Gobierno también ha modificado a la baja sus previsiones para el próximo año. La vicepresidenta primera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, anunció la pasada semana una rebaja del PIB 3,5% al 2,7%, mientras que mantuvo el crecimiento previsto para este año.