La reforma laboral ha abierto una enorme brecha entre el empleo indefinido a jornada completa y el también fijo pero a tiempo parcial. Desde su entrada en vigor, sobre todo como consecuencia de la supresión de la mayoría de las modalidades de contratos eventuales, las empresas están optando por contratar empleo fijo pero por unas horas, en lugar de un empleo temporal a jornada completa, con la consiguiente minoración del salario y de las cotizaciones a la Seguridad Social. Lo que supone un nuevo modelo de precariedad y de reparto de los puestos de trabajo existentes.
El Gobierno ha ganado una mejor estadística de aparente estabilidad laboral, pero la Seguridad Social no recupera calidad contributiva alguna, porque las cuotas de estos colectivos son inferiores por el número de horas fijadas. Según la estadística de abril de la afiliación de la Seguridad Social, con la reforma laboral ha aumentado la contratación indefinida a jornada completa un 20%, mientras que el empleo también fijo pero a tiempo parcial crece a un ritmo del 40%, es decir, al doble.
Todo esto sucede cuando la mayoría de los españoles aspira a un empleo estable; es decir, una jornada media de ocho horas diarias frente a las dos, tres o cuatro que figuran en los nuevos contratos. Y lo que más abunda ahora es este modelo de subempleo indeseado, pero no hay otras opciones, que prima la flexibilidad laboral y económica.
Lo que es evidente es que el empleo fijo a tiempo parcial está creciendo exponencialmente. Desde enero de 2022 en que entró en vigor la nueva reforma, se han registrado 681.000 nuevos empleos indefinidos por horas. De ellos, 185.000 son camareros y otros 136.000 son dependientes de comercio, cuyas actividades polarizan esta nueva contratación ‘estrella’. Entre ambas actividades suman casi un millón de personas afiliadas en esta modalidad. Y, por primera vez, España ha alcanzado la cifra de 2.378.328 personas con este tipo de empleo de dudosa estabilidad. Si le sumamos otros 606.825 contratados a tiempo parcial pero temporales, sale que hay casi tres millones de empleados que trabajan sólo unas horas al día.
Desde la entrada en vigor de la reforma laboral, se han registrado 681.000 nuevos empleos indefinidos por horas. De ellos, 185.000 son camareros y otros 136.000 son dependientes de comercio
También hay casi un millón de asalariados fijos discontinuos (un 158% más que antes de la reforma laboral). Lo que significa que casi cuatro millones de cotizantes a la Seguridad Social no tienen cuotas estables; es decir, prácticamente uno de cada cuatro afiliados al Régimen General no aportan cotizaciones normalizadas.
El empleo fijo por horas, que facilita además el acceso a bonificaciones en las cuotas sociales, está ahora en plena eclosión, ya que muchas empresas tienen dudas sobre la situación económica y política, y prefieren esta opción ante la reducción legal de los contratos eventuales.
Cuando entró en vigor la reforma laboral había 1,7 millones de empleados fijos a tiempo parcial y ahora llega al récord de casi 2,4 millones (2.378.328 exactamente). Representan ya a uno de cada cinco trabajadores indefinidos con contrato (20%) y el 15% del conjunto de asalariados del mercado laboral. Se trata del doble de los que había, por ejemplo, en 2009 y un 50% más (800.000) de los que había en 2018, cuando Pedro Sánchez llegó a La Moncloa.
De esta forma, se está generando un limbo estadístico de subempleo con trabajadores más baratos desde el punto de vista salarial, a la hora de pagar cuotas sociales y también ante posibles ajustes. Es decir, si hasta ahora los primeros colectivos que salían en los ERES y en los despidos generalizados eran los trabajadores temporales, a partir de ahora serán los fijos a tiempo parcial, que ya representan el 80% del total de empleados a tiempo parcial en España (esos casi tres millones).
Los sectores con más precariedad
De esos casi 2,4 millones de fijos a tiempo parcial existentes, 521.338 (22%) son dependientes de los comercios (el 74% son mujeres), frente a los 386.201 que había el mes anterior de la entrada en vigor de la reforma laboral. Lo que supone que o bien rotan varios empleados en una misma jornada y en el mismo puesto para cubrir el horario comercial, o que el comercio tiene un horario reducido. También es posible que trabajen más horas reales de las que figuran en su contrato. Algo similar parece suceder en la hostelería, ya que hay 426.207 camareros (el 58% son mujeres) frente a los 241.811 que figuraban contratados antes de la reforma.
En las actividades administrativas hay 385.882 empleos fijos a tiempo parcial, casi 94.000 más que a principios de 2022. Por su parte, las actividades sanitarias (privadas) suman más de 276.000 afiliados frente a los 203.000 antes de la reforma; la educación (también privada) acumula 148.000 frente a los 117.000 previos; y, por ejemplo, las actividades profesionales, científicas y técnicas tienen 104.000 frente a los 81.000 fijos parciales de hace poco más de un año.
Además, la industria manufacturera, las actividades artísticas y recreativas, así como el capítulo de otros servicios, que incluye las reparaciones de ordenadores y electrodomésticos, así como servicios personales como las peluquerías, disponen conjuntamente de toros 270.000 de otros 90.000 afiliados en esta modalidad. En porcentaje, el incremento en este periodo en la hostelería es del 76% mientras que en las actividades artísticas y recreativas llega al 70% y, por ejemplo, en la construcción (también ha llegado a las obras el empleo fijo por unas horas) el alza es del 48% y en el transporte supera el 44%.
Aunque se va reduciendo la brecha, la mayor parte de los trabajadores fijos con contrato a tiempo parcial son mujeres (69%)
Aunque se va reduciendo la brecha, la mayor parte de los trabajadores fijos con contrato a tiempo parcial son mujeres (69%). Ese porcentaje llega al 86% en las actividades sanitarias; al 77% en las administrativas; al 75% en las profesionales; y al 74% en el comercio, mientras que en la hostelería alcanza el 58% y en la educación el 67%. Y que esta modalidad de contratación se está generalizando en el mercado laboral, lo demuestra el dato de que casi el 30% (unos 700.000) son mayores de 50 años, es decir, los que acumulan más experiencia laboral; y otro 25% (unos 600.000) tiene menos de 30 años. Llama la atención también que haya 312.000 personas con este contrato en el colectivo de entre 45 y 49 años (13% del conjunto), también con cargas familiares y seguramente hipotecarias a las puertas de la cincuentena.
Las cifras son más importantes en algunas comunidades autónomas. Este empleo representa a nivel nacional el 19% respecto al de todos los asalariados indefinidos con contrato (a jornada completa y parcial), pero en Extremadura llega al 23,4%; al 23% en Andalucía; y al 21% en Castilla y León. Mientras, en Canarias y Murcia supera el 20%. En cifras absolutas, es Cataluña, la segunda economía regional en España, donde más se utiliza el empleo fijo por horas (450.613 contratos). Le sigue Madrid, el primer PIB regional, con 412.655. Y detrás aparece Andalucía (404.912); la Comunidad Valenciana (252.639), Castilla y León (114.668); Galicia (112.760) y País Vasco (101.760).