Los precios de las telecomunicaciones en España son de los más caros de Europa, según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), un informe elaborado por la Unión Europea con los datos correspondientes al pasado año.
España está sólo por delante de Holanda, Portugal, Grecia, Irlanda, Chipre y Bélgica. Es el sexto por la cola de los 28 analizados en precio, atendiendo a aquellos más caros en las tarifas de telecomunicaciones. Los más económicos son Rumanía, Polonia, Francia y Lituania.
España, con Telefónica, Orange, Vodafone y MásMóvil como principales operadores, también es el cuarto país con los precios en las tarifas de banda ancha (sólo contratación de banda ancha) más caros del Viejo Continente. Sólo Irlanda, Bélgica y Chipre superan a nuestro país en este indicador. Entre los países con los precios más competitivos se encuentran Lituania, Rumanía, Letonia, Polonia, Francia y Eslovaquia.
En una escala del uno al cien -así evalúa el informe los diferentes parámetros a examen-, España obtiene poco más de 40 puntos, por los más de 90 que logra Lituania, el país con las conexiones a Internet en banda ancha -fibra y ADSL- más baratas de la Unión Europea.
Algo parecido sucede en las contrataciones de sólo móvil. España es el séptimo país por la cola en referencia a la carestía de los precios.
Tenemos una de las mejores fibras
España ocupa el quinto puesto en conectividad en el ranking de los 28 países que conforman la Unión Europea. El despliegue de fibra óptica hasta el hogar está un 80% por encima de la media europea, que queda marcada en el 34%.
Es algo que ya ha destacado en múltiples ocasiones José María Álvarez-Pallete, el presidente de Telefónica. El primer ejecutivo del operador español, líder en el desarrollo de red, incide en que nuestro país tiene "más fibra que Alemania, Francia, Portugal y Reino Unido juntos".
En las zonas rurales la cobertura de Internet en España alcanza al 46% de los hogares, frente al 21% de lo que sucede en Europa. En cuanto a los servicios públicos digitales, España ha avanzado dos posiciones respecto a 2019. Ya somos el segundo país de la Unión Europea en servicios públicos digitales. Este indicador mide el comportamiento de la administración electrónica, los datos abiertos y servicios digitales
de la administración para ciudadanos y empresas dentro del DESI.