Banca

Protección de Datos investiga una fuga de información confidencial en Unicaja tras la fusión con Liberbank

Hay miles de afectados por un fraude masivo, según estimaciones de Asufin, que prepara una ofensiva para abrir una causa general en los tribunales si se certifica una brecha de seguridad

  • Oficinas de Unicaja.

A Unicaja se le sigue atragantando la fusión con Liberbank. Tras cerrar la batalla de poder entre ambos bandos, se abre un nuevo episodio por una posible brecha de seguridad que provocó fraudes masivos a clientes de la entidad. El caso ya está encima de la mesa de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), que investiga si efectivamente se produjo una fuga de información confidencial tras la integración de Liberbank en la plataforma tecnológica de Unicaja, según trasladan a Vozpópuli fuentes del organismo público que vela por los derechos digitales en España.

Fuentes oficiales de Unicaja niegan una brecha de seguridad y ofrecen su colaboración a la AEPD ante cualquier requerimiento que facilite la investigación.

La denuncia ante la AEPD la efectuó hace unos meses la asociación de usuarios financieros Asufin, que está intercambiando información con el organismo. Si finalmente se certifica que hubo una brecha de seguridad en la fusión tecnológica del verano de 2022, la asociación de consumidores redoblaría su ofensiva y abriría la vía de una causa general en los tribunales, como avanza Patricia Suárez, presidenta de Asufin.

Durante la migración tecnológica, centenares de clientes sufrieron estafas en nombre de la entidad que acabaron suponiendo recargos de dinero en sus cuentas corrientes.

Asufin estima que la cifra de afectados puede alcanzar los miles y reclama el reembolso íntegro al tratarse de un fraude masivo. Ya hay sentencias en primera instancia que dan la razón a los clientes y obligan a la entidad a devolver las cantidades defraudadas. Asufin también ha presentado una demanda acumulada en los juzgados de Madrid.

Unicaja defiende sus sistemas de seguridad

Fuentes oficiales de Unicaja defienden que “no se puede hablar de fallos ni de brecha en los sistemas de seguridad”, sino que se produce “una interacción directa entre el ciberdelincuente y la víctima, que es quien al facilitar al ciberdelincuente sus claves”, lo que permite la actuación fraudulenta.

"Unicaja nunca pide al cliente por teléfono, SMS o email las claves de acceso a banca digital ni datos confidenciales", sostienen desde la entidad

“Esa interacción se produce fuera de los sistemas del banco y por mucho que las entidades desplieguen, como lo hacen, una intensa actividad para detectar actividades delictivas, no es posible evitar que se produzca esa interacción y que el propio cliente acabe facilitando sus contraseñas y claves al delincuente”, explican desde la entidad, que aclara que Unicaja nunca pide al cliente por teléfono, SMS o email las claves de acceso a la banca digital ni datos confidenciales.

Técnica de 'phishing'

El fraude que denuncian las asociaciones de consumidores tiene que ver sobre todo con la técnica conocida como ‘phishing’, que consiste en el envío de correos electrónicos que suplantan la identidad de compañías u organismos públicos y solicitan información personal y bancaria al usuario.

La investigación de Protección de Datos abre un nuevo capítulo en Unicaja tras la integración de Liberbank. La batalla de poder entre las cúpulas procedentes de cada uno de los bancos ha tenido consecuencias para el negocio y situó a Unicaja en el foco de una posible operación corporativa.

"Azuaga proclamó una nueva etapa en la entidad tras la ratificación en junta del ascenso de su mano derecha Isidro Rubiales a CEO

El banco andaluz ha perdido cerca de 18.000 millones en activos tras un año en el que se intensificaron las luchas entre el bando andaluz y asturiano por controlar la entidad. Esta reducción de balance equivale al 37% del tamaño que aportó Liberbank tras la fusión en 2021.

“Una nueva etapa”, proclamó Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, esta semana tras ratificarse en junta el nombramiento de Isidro Rubiales, su mano derecha en el banco, como consejero delegado en sustitución de Manuel Menéndez, ex de Liberbank. Pese a que la salida del banquero fue pactada, Azuaga no le nombró en ningún momento durante su intervención antes los accionistas.

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