Los depósitos tardarán todavía en llegar a los escaparates de los grandes bancos. Santander, BBVA y CaixaBank retrasarán el pago por el producto tradicional de ahorro pese a cerrar 2022 con beneficios récord de más de 19.000 millones de euros, teniendo en cuenta su actividad en el extranjero. Los grandes bancos alejan una guerra por captar pasivo y usan como argumento que en España no ganan el dinero suficiente como para ser un negocio rentable.

Los ingresos extra por las subidas de los tipos de interés, que en Europa ya están en el 3%, han impulsado los márgenes de intereses, que miden el negocio típico de captar dinero y prestar, con crecimientos del 15,7% en Santander y CaixaBank, y del 30% en el caso de BBVA. Estas son cifras a nivel grupo y todavía no reflejan por completo el aumento del precio del dinero, que se espera para este año.  

"Cuando los tipos eran negativos no cobramos a los clientes minoristas por los depósitos en España. Hay que poder generar capital y un margen financiero sostenible. El nivel de ingresos de hoy es el mismo que en 2008. En ese momento teníamos una rentabilidad del 25%", justificó Ana Botín, presidenta de Banco Santander. La rentabilidad sobre patrimonio tangible, conocida como ROTE, del grupo en España cerró en el 7,89% en 2022, lejos de cubrir el coste de capital, la rentabilidad que los inversores esperan alcanzar al invertir en sus acciones.

Estas palabras de la presidenta de Santander confirman el aviso del BCE en su último boletín económico, en el que detectó que los bancos europeos retrasan remunerar los depósitos para mejorar sus cuentas de resultados, trasladando más rápido al coste de las hipotecas las subidas de los tipos de interés hasta el 3% en Europa.

Pero tanto Botín como los consejeros delegados de BBVA, Onur Genç, y de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, dieron por hecho que los grandes bancos acabarán remunerando por los depósitos, sin poner fecha. De momento, la guerra del pasivo se limita a pequeños bancos online o extranjeros que se quieren hacer hueco en España, como Deutsche Bank.  

"Cada entidad decidirá cómo y cuándo. Pero el mejor retorno para el cliente no se consigue con los depósitos", defendió el consejero delegado de CaixaBank que, como hiciera desde que el BCE cambió de rumbo para atajar la inflación, subrayó que los fondos de inversión ofrecen rentabilidades más atractivas. Ahora bien, este tipo de productos, con más riesgo que los depósitos tradicionales, también genera jugosas comisiones para las entidades.

"No está encima de la mesa entrar en una guerra de depósitos. Las entidades tenemos mucha liquidez todavía", ahondó Onur Genç. BBVA no declara la ROTE de la filial española, que elevó sus ingresos típicos un 8,1% en 2022 y prevé un crecimiento de doble dígito gracias al impulso de los tipos.

La deuda pública, la alternativa a los depósitos

La inapetencia de los grandes bancos por captar ahorro está propiciando imágenes inéditas desde hace décadas. En varias sedes del Banco de España, como en Madrid y Bilbao, se están produciendo largas colas para tratar de comprar letras del Tesoro, que ofrecen un interés del 3%. Para evitar la aglomeración de gente a las puertas de sus diferentes sedes, el banco central ha fijado un turno de citas, que en algunos casos llegan al mes. La web del Tesoro, que no cobra comisión por invertir en la deuda pública, también ha colapsado en los últimos días.

El Eurobanco subirá los tipos al 3% a partir del 8 de febrero. La facilidad de depósito, que es la tasa que fija el interés que los bancos reciben por guardar su dinero en el banco central, se incrementará hasta el 2,5%.

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