Sixth Street se ha endeudado para aportar los cientos de millones que ha inyectado tanto sobre el Real Madrid como el Fútbol Club Barcelona, unidos por el momento por el proyecto de una Superliga europea. Para sendas operaciones, los americanos han recurrido a la emisión de deuda en la Bolsa de Viena; más en concreto, en el mercado MTF del parqué bursátil de la capital austríaca.
Se trata de un lugar de cotización propicio cuando los emisores de deuda no quieren cotizar en un mercado regulado, pero buscan estar en una bolsa de prestigio, según explican fuentes financieras.
En el caso del Real Madrid, Sixth Street se ha comprometido a reembolsar la deuda en un plazo de 20 años, a un interés del 3,91%. El vencimiento será el 30 de septiembre de 2042, y guarda relación con el acuerdo alcanzado hace un año con la entidad presidida por Florentino Pérez.
El fondo con sede en San Francisco ha inyectado ya 320 millones de euros en las arcas merengues a cambio de hacerse con hasta el 30% de los ingresos de la explotación del Santiago Bernabéu durante 20 años. Las obras culminarían este 2023 -a falta de los parkings subterráneos colindantes- tras una inversión superior a los 1.000 millones si se incluyen los intereses.
Paralelamente, en cuanto al Barça, Sixth Street ha buscado colocar al menos 305 millones de euros en bonos a un interés del 5,94% desde diciembre de 2022 -esto es, después de la eliminación en la Copa de Europa pero antes del estallido de la investigación por los pagos al exnúmero dos del arbitraje, José María Enríquez Negreira-.
El vencimiento será el 30 de junio de 2047; corresponde a la transacción por la que el fondo encabezado por Alan Waxman se hizo con el 25% de los ingresos televisivos de los blaugrana en LaLiga durante 25 años.
La subida del 50% en los pagos requeridos para financiar al Barça se explicaría, según fuentes financieras, por el incremento simultáneo por parte del Banco Central Europeo de los tipos de interés
El acuerdo de los culés con Sixth Street es potencialmente reducible a 20 años y ampliable a 30, en función del volumen de ingresos que consigan percibir los americanos, según ha comunicado la Junta Directiva que preside Joan Laporta a los socios blaugrana.
La subida del 50% en los pagos requeridos para financiar al Barça se explicaría, según fuentes financieras, por la política monetaria del Banco Central Europeo. Los tipos de interés aumentaron entre el 14 de septiembre (entonces, al 1,25%) y el 21 de diciembre del año pasado -cuando alcanzaron el 2,5% tras subir hasta el 2% el dos de noviembre-.
Sobre la diferencia de tiempos entre los clubes, fuentes financieras inciden en que no necesariamente obedecería a una cuestión de apetito de mercado sino a la naturaleza específica de la estructura de cada operación.
Madrid y Barça siguen el mismo camino junto a Sixth Street
La irrupción de Sixth Street en el capital de empresas de cada uno de los gigantes españoles -Real Madrid Estadio SL y Locksley Invest- ha estado mediada por la labor del banco de inversiones tras la Superliga, JP Morgan, y la firma de inversión de cabecera de Florentino también en ACS, Key Capital.
En cuanto al Real Madrid, los ingresos del fondo girarían en torno al 30% de la facturación que genere el nuevo estadio siempre que el conjunto blanco consiga rebasar los 150 millones de facturación. La cifra de ingresos prevista para el coliseo blanco ronda los 400 millones de euros.
En el caso del Barça, la irrupción de Sixth Street ha contado, una vez rebasado el umbral del 10% de los derechos televisivos, con el beneplácito del principal acreedor de los blaugrana, el grupo de bonistas vehiculados por Goldman Sachs.
La operación con Sixth Street se hizo a cambio de la inmediata amortización de 125 millones de deuda que tenían los culés con los bonistas del banco con sede en Nueva York.
El presidente Joan Laporta ha contado con la colaboración de Goldman, JP Morgan y Key Capital, además del propio Sixth Street a través de Legends para la estructuración del plan de negocio
Algo parecido ha ocurrido al cierre de la financiación de la reforma del Spotify Camp Nou, para la que el presidente Joan Laporta ha contado con la colaboración de Goldman, JP Morgan y Key Capital, además del propio Sixth Street a través de Legends para la estructuración del plan de negocio.
En este caso, los 1.450 millones obtenido servirían para financiar las obras que serán llevadas a cabo por la constructora turca Limak, y también, la devolución de deuda contraída con Goldman.
El acuerdo del Barça con los bonistas asegura a los culés los primeros 100 millones de facturación -la mitad de la capacidad del estadio prereforma- y reserva los 250 millones restantes potenciales como garantía para los inversores, entre los que sobresale el gigante americano y financiero también del Bernabéu, Apollo.