En su primer ejercicio completo desde que en 2020 comenzara el proceso de fusión entre el grupo italoamericano FCA y el francés PSA dando como resultado el ahora Grupo Stellantis, los resultados positivos de esta fusión no han tardado en llegar. Y es que el que ya es por volumen el cuarto fabricante a nivel mundial, obtuvo el pasado año un beneficio récord de 13.354 millones de euros, casi tres veces más de lo que lo que habían conseguido por separado en 2020 los dos grupos que componen este gigante automovilístico.
El consejero delegado, Carlos Tavares, ha anunciado al presentar las cuentas que va a distribuir 1.900 millones de euros de esas ganancias entre sus empleados, que supondrán un 70% más de lo que se había distribuido el pasado año. Tavares subrayó el esfuerzo de los trabajadores y por eso se les va a revertir "una parte importante" de la riqueza generada. Para ilustrar el impacto que tendrá en sus remuneraciones, señaló que en Francia los empleados con sueldos inferiores a 2,5 veces el salario mínimo del país (hasta unos 3.170 euros netos) recibirán de media 4.400 euros.
Los sindicatos, por su parte, señalan que 1.900 millones de euros de primas para la plantilla es una cantidad muy baja en comparación con los 3.300 millones que la dirección prevé distribuir a los accionistas una vez que se apruebe su propuesta en la junta, y subrayaron que lo que habría que hacer en primer lugar es subir los salarios.
El récord del beneficio en el primer año de rodaje del conglomerado resultante de la unión del francés PSA con el italo-estadounidense Fiat-Chrysler se logró, en primer lugar, por la notable recuperación de la actividad automovilística tras la crisis por la covid en 2020, y más todavía de la rentabilidad. El resultado operativo de Stellantis el pasado año se incrementó en un 95% hasta 18.011 millones de euros, lo que significa que el margen (en proporción del volumen de negocios) subió del 6,9% al 11,8%, es decir, por encima del 10% que la dirección se había fijado como objetivo. Todo ello gracias a una facturación que se incrementó en un 14%, hasta 152.119 millones de euros.
El peso de Norteamérica se reforzó como el primer mercado para Stellantis no solo en términos de ingresos (69.736 millones de euros, 9.103 millones más que en 2020), sino, sobre todo, de rentabilidad, ya que con un resultado operativo de 11.356 millones de euros, su margen pasó del 10,1% al 16,3%.
En Europa, con un volumen de negocios de 59.060 millones de euros (2.580 millones más que en 2020), el beneficio operativo de 5.370 millones representó una rentabilidad del 9,1%, comparada con el 5,4% un año antes. Se quedó, por tanto, por debajo del 11,1% del margen operativo de la región que forma China, India y Asia-Pacífico, aunque allí por el muy menor volumen del negocio el resultado operativo se limitó a 442 millones.
En Sudamérica, que es el tercer gran mercado para Stellantis tras Norteamérica y Europa, la rentabilidad gracias a un resultado operativo, que se multiplicó por más de cinco a 882 millones, aumentó del 2,5 % al 8,3 %.
Acciones al alza
Los inversores dieron una acogida más bien eufórica a las cifras de Stellantis, a la vista de la cotización de sus acciones, que subió con fuerza al inicio de la jornada en la bolsa de París. En la primera media hora de sesión, sus títulos llegaron a evaluarse más del 5%, mientras el índice general subía un 1%.
La empresa está embarcada en el proceso de electrificación y de digitalización de su gama, para lo que ha programado más de 30.000 millones de euros de inversiones de aquí a 2025.
Para 2022 la empresa espera un margen operativo ajustado de doble dígito y un flujo de caja libre industrial positivo, a condición de que las condiciones de la pandemia se mantengan esencialmente estables. Prevé que el mercado automovilístico crezca un 3% en Norteamérica, en Europa y en Sudamérica, sus principales bases de negocio, mientras en la región India y Asia-Pacífico calcula que el incremento será del 5%.
