El mercado tendrá este jueves la vista puesta en Fráncfort. Esta reunión mensual del BCE será clave para la economía europea porque desde la reunión de enero, los datos han ido debilitándose y la inflación subyacente sigue lejos de ese casi 2% que quiere Mario Draghi.
El consenso de analistas consultado considera que el BCE rebajará su pronóstico de crecimiento para 2019 y el de la inflación subyacente, que tendrá como consecuencia directa una nueva entrega de "TLTRO para evitar un endurecimiento de las condiciones de los préstamos bancarios". Es decir, el BCE volverá a inyectar liquidez a la banca.
"Los países que más han recurrido a este sistema de financiación han sido Italia y España. Por lo tanto, los bancos que más se deberían beneficiar de un nuevo TLTRO son aquellos de menor tamaño en estos países", según expone Ignacio Díez, gestor de renta fija en Credit Suisse Gestión.
El BCE ya ha entregado unos 830.000 millones de euros en operaciones de financiación a largo plazo en préstamos baratos.
Así comenzó
El primer programa de TLTRO se introdujo en 2014 como una herramienta de política monetaria no convencional para promover la concesión de préstamos a las empresas y hogares en la zona euro.
El BCE se comprometía a abrir ocho ventanas de liquidez con periodicidad trimestral, a lo largo de dos años, comenzando en septiembre de 2014. Posteriormente, en 2016, el BCE se comprometió a abrir otras cuatro ventanas de liquidez entre junio de 2016 y marzo de 2017.
En este segundo TLTRO, los bancos que participaban en estas operaciones podrían obtener financiación a cuatro años, a un coste del 0%, o incluso al -0,4% en caso de que los bancos incrementaran el volumen de préstamos elegibles, y por un importe de hasta el 30% de sus préstamos vivos en balance, excluyendo los préstamos hipotecarios.
De este modo, los TLTRO servían como sustitución de otras vías de financiación, lo que ofrecía una mayor ventaja a los países periféricos, donde las entidades mantenían costes de financiación relativamente más elevados en aquel momento. Para las entidades con liquidez acumulada en forma de exceso de reservas, en cambio, las operaciones TLTRO eran menos atractivas, tal y como recuerda Díez.
"Casi el 60% de la liquidez procedente del TLTRO II está en manos de bancos españoles e italianos. El coste de financiación para dichas entidades financieras es muy superior al de las subastas de liquidez del BCE", expone el experto de renta fija, que agrega que hay ciertas entidades que no tienen actualmente acceso al mercado de capitales a un coste razonable.