La Superliga de Florentino Pérez nunca murió, solo se matiza. Contempla ahora un proyecto enteramente abierto, con una competición central de 20 clubes, señalan fuentes cercanas a la Superliga, dando por buena la información del semanario alemán Wirtschaftswoche.
Las mismas fuentes aseguran a este diario que Florentino cuenta con el apoyo de "varios clubes" al margen de los doce fundadores una vez se resuelva el proceso judicial contra la UEFA de Aleksander Ceferin. Inciden en que la idea de un formato completamente abierto está sobre la mesa de las conversaciones desde el pasado mes de mayo. Ninguno de los fundadores -el Manchester City de la familia real de Abu Dhabi entre ellos- ha roto completamente ya que hacerlo les abocaría a pagar 300 millones de euros de penalización, avanzó este diario.
Fuentes del sector inciden además en el papel que podría acabar jugando en el asunto el ente rector del fútbol a nivel mundial, la FIFA de Gianni Infantino, ahora interesado en mover el proyecto de un Mundial de naciones cada dos años -acaba de convocar para diciembre una cumbre virtual en la que representantes del fútbol en todo el mundo trasladen sus posiciones-. El grupo de intereses de Florentino y el de Infantino, señalan las mismas fuentes, mantienen desde hace tiempo negociaciones en favor de un punto de encuentro que dejaría peor parada a la UEFA. Oficialmente, la FIFA nunca se ha posicionado a favor de la Superliga.
Superliga y FIFA coinciden en un calendario más ligero
"Hay que pensar en un calendario global, más definido y fácil de entender, y pensar que el impacto del torneo de clubes europeo va más allá de Europa", señalan a Vozpópuli fuentes cercanas a la Superliga. Fuentes del mercado del fútbol nacional han trasladado a este diario la sospecha de un posible pacto más que encaminado entre Florentino e Infantino. Este medio informó que el proyecto de liga europea contenía una paralela entre clubes a nivel mundial que favorecería el negocio del ente rector a nivel mundial y su imagen fuera de Europa.
El presidente del Real Madrid vería con buenos ojos un cambio en el calendario por parte de la FIFA si este redunda en uno más definido para los espectadores y menos exigente para las grandes estrellas y sus clubes. Con el Mundial cada dos años -que busca paliar su estancamiento en facturación y diluiría a la Eurocopa-, Infantino contempla como una seria posibilidad reducir los parones de Selecciones a dos cada año, informó ya Cadena Ser. Esta es la vía que agradaría más a los clubes grandes que encabeza Pérez.
Horizonte 2023
Paralelamente, la Superliga de Florentino apunta a un torneo central de 20 equipos frente a los 36 de la 'Súperchampions' en la que trabaja Ceferin de cara a 2024. Una vez despejado el criterio de la 'meritocracia' reclamado en su momento, por ejemplo, por el Gobierno de España, los promotores creen tener ya el camino allanado para marcar el nuevo fútbol, a falta de finiquitar el formato. La presión pública asumida por Florentino y compañía sería esgrimida para encabezar el torneo, al menos, en sus inicios, y, sobre todo, para gestionar su pastel económico, en desmedro de la UEFA ahora dueña del reparto.
La Superliga confía en que el Tribunal Europeo de Justicia le habilite para desarrollar una competencia al margen de UEFA en el verano/otoño de 2022. El proyecto podría así terminar de cobrar fuerza justo después del Mundial de Catar, país dueño del Paris Saint Germain al que se dará la bienvenida en la Superliga "con unas reglas de control financiero reales y serias" .
"La cosa puede cambiar después del Mundial en Catar, y especialmente, si el PSG se saca ya la espina de ganar la Champions este año", ha advertido una fuente cercana a la Superliga. "Al final, un formato de torneo que enfrente más seguido a los poderosos es inexorable; el tema está en el reparto de poder, y el PSG quiere sumar más prestigio", han añadido fuentes del mercado.