Telecomunicaciones

El avance de la saudí STC en Telefónica augura otro 'terremoto' en el consejo

La silla de BBVA peligra después de los movimientos de CriteriaCaixa, STC Group y el Gobierno

Telefónica, la tecnología al servicio de las personas
Sede de Telefónica

La actividad que se ha producido en los últimos tiempos en el accionariado de Telefónica amenaza con generar movimientos sísmicos dentro del consejo del operador.

STC Telecom, compañía propiedad de la familia real saudí, posee un 4,9% de las acciones de la compañía de forma directa y un 5% en derivados, posiciones que afloraron en septiembre del año pasado haciendo saltar las alarmas en el operador presidido por José María Álvarez-Pallete y también en el Gobierno, que considera a Telefónica una empresa estratégica para el país.

Según informó hace días el diario El Confidencial, STC habría comunicado al Ejecutivo de Pedro Sánchez hacer efectiva la parte que tiene en derivados para solicitar con posterioridad una silla en el consejo.

Una petición que podría hacer que el Gobierno recurriera al escudo antiopas, una herramienta jurídica aprobada en pandemia -y prorrogada posteriormente- que permite a los de Sánchez interrumpir la entrada de una empresa extranjera en otra española si esta es crítica para el país.

Por su parte, CriteriaCaixa anunció también hace días su intención de ascender desde el 5% del accionariado al 10%, algo que cumplió poco después. Ya posee ese porcentaje. Es el mismo con el que se ha hecho el Gobierno a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Exactamente el mismo también que posee STC Group.

Se trata de una participación situada un escalón por debajo de la que posee BBVA. La entidad financiera cuenta con un 4,8% de los títulos del operador.

STC y Moncloa

Desde STC, tal y como publicaba El Confidencial, confían en que Moncloa les permita ejecutar los derivados para posteriormente entrar en el consejo de Telefónica.

Esto sería el aleteo de una mariposa que provocaría un terremoto en el seno del operador. El pasado mes de mayo el Gobierno anunció que su consejero en Telefónica sería Carlos Ocaña. Desde la corporación de telecomunicaciones, con el fin de hacerle sitio, retiraron la silla de Carmen García, hasta el momento consejera independiente.

Pallete, siguiendo lo que marca en términos éticos la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no tiene en mente ampliar el número de sillas del consejo de administración, que en la actualidad está formado por quince.

Esto significa que, si a STC Group se le concede el acceso, Álvarez-Pallete tendrá que prescindir de algún consejero.

A esta macedonia de movimientos se suma que la salida de Carmen García provocó el incumplimiento de la compañía con su compromiso por la igualdad de género, y comprometió a los consejeros no dominicales ni ejecutivos.

Un maremoto que deja en entredicho el asiento que BBVA ocupa actualmente en el consejo. La entidad financiera ha manifestado que no aumentará su participación al mínimo exigido para asegurarse un puesto en el mismo, y que es del 6,7%.

Es decir, con el 4,8% de las acciones que posee en Telefónica no tiene derecho a participar en el órgano principal del gigante azul.

Una posibilidad que si tiene CriteriaCaixa, tras haber duplicado su paquete accionarial hasta el 10%. Este hecho es tan cierto como el pulso que la entidad presidida por Isidro Fainé mantiene con el Gobierno por la Operación Pública de Adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell.

En términos accionariales, cada parte interesada ya tiene el porcentaje que deseaba en Telefónica. Ahora toca ajustar el consejo, algo que se antoja complicado.

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