Tim Hortons ha tenido que reducir sus cafeterías a la mitad en España por la crisis del coronavirus. Después de intentar renegociar los alquileres de varios de los locales, la compañía ha tenido que dar marcha atrás a su despliegue en el país y solo dispone ahora de siete cafeterías, todas ellas ubicadas en Madrid.
No obstante, según confirman a Vozpópuli fuentes cercanas a la compañía, de esas siete tiendas con las que continúa solo ha podido abrir cuatro hasta el momento, puesto que las otras tres, que pertenecen a franquiciados, están ubicadas en estaciones de tren o aeropuertos y aún no tienen fecha de apertura.
Tim Hortons, que aterrizó en España de la mano de Restaurant Brands Iberia (RBI) hace dos años y medio para "hacer la competencia a Starbucks", se ha visto obligado a redibujar el que era un plan de expansión muy ambicioso; no en vano, llegó a contar con hasta 20 locales por todo el país en poco más de un año.
"Al ser un modelo de hostelería tradicional que no contaba con canales alternativos de venta, como delivery, la reapertura tras la crisis no ha sido tan rápida como la de Burger King -también gestionado por RBI-", explican las misma fuentes, que detallan que el plan ahora es adaptar el producto al consumidor español, mediante locales más pequeños, e incorporar el servicio a domicilio.
30 millones para Popeyes
El proyecto de Tim Hortons no es el único que ha puesto en marcha RBI en España; el pasado noviembre, la compañía puso 30 millones de euros sobre la mesa para traer Popeyes al país y plantar cara así al actual rey del pollo frito, KFC.
Un plan que continúa en pie, recalcan desde RBI, y por el que ya han abierto nueve restaurantes de esta enseña, cuatro de ellos desde que terminó el estado de alarma.
En concreto, la mayoría de los restaurantes de la marca se encuentran en Madrid y, de momento, solo ha realizado una apertura en Valencia. No obstante, RBI pretende expander la marca por todo el país y situarse a medio plazo como líder del segmento.
Burger King, por su parte, ya reabrió en julio la mayoría de sus restaurantes. "El servicio de reparto propio, unido las alianzas con los principales agregadores de delivery y la adaptación de toda la operativa interna, nos ha permitido una rápida adaptación a la situación en esta cadena", reseñan desde la compañía.