La rueda de prensa del Ministerio de Trabajo sobre los datos de paro y afiliación de enero se ha convertido en una oda monográfica a la reforma laboral de Yolanda Díaz. El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, asegura que ya ha cambiado el paradigma del mercado laboral español, que a a su juicio en un mes ha dejado atrás la temporalidad. Pérez Rey ha ido trasladando su visión positiva de las cifras, que ha achacado en todo momento a la reforma, que entró en vigor el 1 de enero, y que tiene un periodo transitorio de hasta seis meses. "El Decreto ha dejado fuera la temporalidad como un modelo de contratación. Lanza un mensaje muy nítido al mercado laboral español", ha subrayado, y ha añadido que cree que España ya no es "un planeta lejano" en la UE, expresión en la que ha utilizado las mismas palabras que la Exposición de Motivos de la norma. "El peligro de que algunas fuerzas políticas consideren su no convalidación es incomprensible, tendrán que explicar a los trabajadores cómo es posible el riesgo de que el viernes se levanten con menos derechos", ha implorado Pérez Rey a ERC y los socios del Gobierno que se muestran reticentes a votar a favor del Real Decreto-ley.
En concreto, el secretario de Estado ha destacado que se han cerrado 238.672 contratos indefinidos en enero, de los que 160.214 son iniciales, el 67%, lo que cree que es una inversión de la tendencia sobre la que el último dato en este sentido se registró en 2007. Esto supone una tasa del 15% de contratación indefinida, cuando la media suele ser del 8,3%, ha destacado.
Estos datos no son achacables a la Inspección de Trabajo, que sólo ha convertido 6.500 contratos temporales en indefinidos"
De esta forma, Pérez Rey no sólo ha obviado los efectos de la reforma laboral del PP en el mercado de trabajo sino que también ha asegurado que los datos de enero no son achacables a la Inspección de Trabajo, que a su juicio sólo ha conseguido transformar en enero 6.500 trabajos temporales en indefinidos, "un efecto menor". Un efecto así no se producía desde 2017, ha dicho, cuando estaba en marcha un plan de choque contra la temporalidad. "Mañana se está jugando el futuro, la tranquilidad y estabilidad de mucha gente", ha insistido.
Pérez Rey también ha puesto en valor los efectos que ve de los sistemas de flexibilidad interna que ha lanzado el Gobierno en la pandemia. Y el impacto de la reforma laboral lo aprecia también en los datos de las comunidades autónomas, y en el descenso del paro juvenil, con 137.648 jóvenes menos que hace un año, ha concretado, y femenino, 431.912 mujeres menos.
"Es la reforma de más envergadura de los últimos 80 años", ha dicho, para corregirse a continuación: "Desde los años 80, perdón". Al secretario de Estado le parece "absolutamente inconcebible que la única reforma que nítidamente ha recuperado derechos fuera la única que no apoya el Parlamento", lo que cree que sería "un fracaso de la política muy difícil de asumir". "Quedan 24 horas decisivas para la convalidación, apuraremos y buscaremos todas las vías", ha insistido. "Sería insólito que no cuente con el apoyo del Parlamento la reforma que han apoyado todos los interlocutores sociales".
UGT, más cauto
Los sindicatos están haciendo su propia lectura de los datos del paro. CCOO hace una parecida a la del Gobierno. "Queremos resaltar fundamentalmente que se ha duplicado la contratación indefinida, cerca de 240.000 contratos han sido indefinidos, y por lo tanto, ya se ven los primeros efectos del acuerdo alcanzado para la reforma laboral", ha destacado. UGT, sin embargo, es más cauto. Este sindicato ha alabado de nuevo la reforma laboral, pero advierte de que "debemos tener prudencia con respecto al efecto inmediato de la nueva normativa laboral. Algunos de los cambios introducidos aún no han entrado en vigor (lo harán en abril) y, en todo caso, deberán trasladarse al día a día de las empresas y a la negociación de los convenios colectivos, siendo imprescindible una evaluación continua que permita testar su efectividad y garantizar el cumplimiento de los mismos".