Los españoles pagamos los billetes de autobús más caros de los grandes países de la Unión Europea (UE), como lo son Alemania, Francia, Italia, Portugal o Reino Unido, por poner algunos ejemplos. Una casuística directamente relacionada con la situación del sector, que no se encuentra liberalizado en nuestro país, como sí sucede en los antes mencionados.
Este es uno de los motivos, según fuentes consultadas por este diario, por el cual los precios no son tan atractivos como en otras latitudes. Un reto que el Ministerio de Transportes, con Óscar Puente al frente, tendrá que abordar en esta legislatura, sobre todo tras la liberalización de los trenes en 2019, algo que ha reducido mucho el precio de los billetes, sobre todo en las grandes rutas, como lo es la que une Madrid y Barcelona.
"Los 6,8 céntimos de euro por km que paga el usuario del autobús español se sitúan un 88 por 100 por encima de los 3,6 de Francia o Italia, un 41 por 100 que el precio de Portugal, un 36 por 100 respecto al de Alemania o un 28 por 100 que el del Reino Unido. Estas diferencias también se observan si comparamos los precios más bajos disponibles en cada ruta. En el mercado británico se observa la mayor diferencia relativa entre el precio medio y el mínimo, lo cual es un indicador de una mayor intensidad de la competencia entre los operadores de dicho mercado", explica el capítulo XIV del libro 'Reformas para impulsar la competencia en España', lanzado en abril del pasado año desde el centro de análisis, Funcas, en colaboración con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el que se ponen sobre la mesa propuestas para ganar enteros en términos de Competencia en nuestro país.
Un viaje en autobús entre Madrid y Cartagena tiene un coste de 52 euros. Desplazarse desde París hasta Lyon cuesta 38 euros, mientras viajar entre Berlín y Munich asciende a 34 euros. Son destinos similares en mismas fechas con precios de ida y vuelta
Una postura que se encuentra alejada de la que sostiene Alsa, el mayor operador privado entre ciudades de España. Cuenta con una flota de más de 5.931 autobuses y movió en 2022 un total de 527 millones de pasajeros.
Desde Alsa consideran en líneas generales que la liberalización del transporte de largo recorrido no es sostenible porque las empresas del sector se concentrarían donde hubiera demanda, obligando al Gobierno a intervenir para cubrir las rutas menos rentables, que serían descartadas por los operadores (principalmente la España vaciada).
El texto, no obstante, recalca que "el examen de la experiencia internacional sobre mercados de transporte de viajeros de superficie liberalizados permite concluir que la competencia por el mercado, en general, se traduce en menores precios y un servicio mejor adaptado a la demanda. Los escasos estudios académicos que existen sobre el tema apuntan a que la competencia en el mercado es factible y, en determinadas circunstancias, puede ser la mejor solución", pero se alinea en parte con Alsa al apuntar que "el intenso proceso de concentración observado en todos los países, así como el posible control de activos esenciales, como estaciones o talleres, por parte de algún operador puede afectar negativamente a la competencia, repercutiendo en mayores precios y/o en una menor calidad del servicio".
Frente a Alsa se encuentra la alemana Flixbus, corporación que ofrece trayectos de larga distancia. Está muy interesada en que se abra el mercado español para ampliar fronteras y dar un servicio más capilar dentro de nuestro país. Su objetivo es que los autobuses puedan realizar paradas en distintas localidades cuando realizan trayectos largos entre países (el denominado cabotaje).
Precios de autobús en rutas similares
Los costes de los autobuses en rutas similares en países distintos ponen de relieve la actual diferencia de precios entre España y los grandes de Europa, o aquellos con los que nos podemos equiparar.
Según el comparador de precios Movalia, un viaje en autobús entre Madrid y Cartagena tiene un coste de 52 euros. Si vemos lo que sucede al desplazarse desde París hasta Lyon -se han tomado las mismas fechas de ida y vuelta sobre trayectos con similares kilómetros- el precio es de 38 euros. Viajar entre Berlín y Munich asciende a 34 euros.
Se ha tenido siempre de referencia el precio más barato tanto de ida como de la vuelta. El resultado es que el coste en el caso de España es significativamente mayor.
Uno cualquiera
El sector es un pto chiste. Alsa, por ejemplo: caro, carísimo para el servicio de mi*rda que ofrecen. Rutas psicotrópicas e inconsistentes, y horarios de fantasía a precios de hotel en Dubai. La mayoría de sus autobuses tienen más mili que el cabo Matxitxako, reza para que no se les rompa por el camino. Y lo del equipaje ya me da hasta verguenza, cada vez que viene alguien de fuera... Cuando cuento que eres tú mismo el que mete y saca la maleta, que ahí ni hay control, ni vigila nadie, ni se responsabiliza nadie si alguien alarga la mano y se lleva lo que quiera, la gente (de países desarrollados) flipa en stereo dobly surround. Cómo van a querer que se liberalice, si tienen el cortijo montado tan de ptsima madre.