España está reinventando su turismo ante la inquietante caída de los mercados tradicionales, principalmente el británico y el alemán. La incertidumbre del Brexit, la desaceleración económica en Europa y la pérdida de interés por el 'sol y playa' español ante la recuperación de otros destinos mediterráneos más económicos se está compensando con el creciente turismo de calidad, también conocido como cultural, de compras o de negocios.
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cada vez llegan menos viajeros extranjeros pero gastan más. En octubre sobrepasaron nuestras fronteras 7,62 millones de visitantes, un 0,33% menos que en el mismo mes del año anterior. Sin embargo, esos turistas gastaron un 2,48% más que en 2018, y eso se debe, en cierta medida, a que el prototipo de turista que nos visita está cambiando.
El turismo 'de pulsera' o 'todo incluido' sigue siendo el más importante por su gran presencia en los destinos costeros y en las islas, pero los sucesos antes mencionados u otros como la quiebra del turoperador Thomas Cook han ralentizado las ventas en Reino Unido y Alemania. Afortunadamente, se ha amortiguado esta caída con el auge del modelo urbano, cada vez más desarrollado y con un fuerte atractivo para los turistas de otros continentes.
Reino Unido es el principal país emisor de turistas a España. En octubre visitaron nuestro país 1,6 millones de británicos, un 4,41% menos que en el mismo mes del año anterior. Por detrás se siguen situando los alemanes (1,1 millones de visitantes) y franceses (894.899 turistas), pero ambos mercados también han caído en términos interanuales un 8,3% y un 1,7%, respectivamente.
Aunque esta encuesta no desglosa el dato concreto de los países asiáticos, englobados en "Resto del Mundo", donde el crecimiento respecto a octubre de 2018 es del 16,43%, su importancia en este nuevo modelo turístico es clave. Las aerolíneas españolas, el gestor aeroportuario Aena y el propio Estado están uniendo fuerzas para aumentar la conectividad de España con algunos países del continente más grande y poblado del mundo, como China o India.
Este mercado es sinónimo de gasto por el alto poder adquisitivo de sus residentes, lo que se conoce como 'turistas de lujo'. Y es que cuando un ciudadano chino viaja a España gasta unos 2.500 euros, según estimaciones del operador internacional de tax free Global Blue; frente a los 955 euros de media que gastan los turistas internacionales en general. Es decir, casi el triple.
Auge de los destinos urbanos
No sólo cambia la nacionalidad del turista y su gasto, también sus preferencias en lo que a destinos turísticos se refiere. En octubre, Cataluña fue el más elegido por los visitantes extranjeros, con cerca de 1,7 millones de turistas, un 1,6% más que en octubre del año pasado. Los principales países de residencia de los turistas de esta comunidad son Francia (con el 18,5% del total) y el agregado de resto del mundo (14,5%).
Islas Baleares y Andalucía son los siguientes en la lista, donde destacan los turistas británicos y alemanes. El número de viajeros internacionales que visitaron Andalucía creció un 5,2% frente al año anterior. Sin embargo, en Islas Baleares llegaron un 4,6% menos que en 2018, igual que en Canarias, donde las visitas bajaron un 9,1%, muy influidos por la turoperación o el 'todo incluido' tan popular en Reino Unido y Alemania.
Por contra, el número de turistas se ha incrementado en octubre un 5,7% en Madrid y un 1,7% en la Comunidad Valenciana. Destaca el crecimiento en la capital, donde el 22,6% de los visitantes proceden de América y el 15,1% del resto del mundo. Y es que, según la encuesta del INE, el ocio, recreo y vacaciones como motivo principal del viaje a España cayó un 0,7% el pasado octubre, frente a otras razones como los negocios o motivos profesionales, por lo que llegaron un 10,1% más.
