Economía

UEFA sopesa dejar al Barça sin Champions por Negreira y sustituirle por otro equipo español

El ente europeo estudia los hechos planteados por la Fiscalía, si bien la sanción llegaría a final de temporada y no podría exceder de una edición. El lugar lo ocuparía el quinto en LaLiga. Los culés perderían 100 millones

  • El abogado Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.

La UEFA contempla tomar cartas en el asunto Negreira al calor de los indicios de corrupción deportiva recabados por la Fiscalía y la Hacienda españolas. Las fuentes consultadas apuntan que el ente europeo ya estudia la proporcionalidad de actuar de oficio contra el Barça tras la denuncia presentada por el ministerio fiscal español y adoptar medidas, que llegarían al cierre de la temporada y no serían otras que la exclusión de la próxima Champions.

A ella, el Barça está virtualmente clasificado como líder de LaLiga. Sin embargo, podría ser sustituido por el primer equipo en LaLiga fuera de los puestos clasificatorios -el quinto, que ahora es el Real Betis-. A distintas preguntas de Vozpópuli, un portavoz de la UEFA ha preferido no hacer declaraciones oficiales.

La entidad que preside Aleksander Ceferin ha empezado a recabar información del caso Negreira, apoyándose también en la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga

De cara a ese posible escenario, la entidad que preside el abogado esloveno Aleksander Ceferin ha empezado a recabar información del caso Negreira, apoyándose también en la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga. A la luz del reglamento interno de UEFA, el proceso no admite mayores variantes: acabar en nada o en una sanción, siendo la única contemplada la exclusión del Barça de la Champions 2023/2024.

El Barça puede perder 100 millones euros

Una posibilidad que preocupa en las oficinas del Camp Nou. Las primeras estimaciones apuntan a un impacto en las arcas blaugranas de unos 100 millones de euros, equivalentes al 15% de su presupuesto. Se trata de un extremo que fuentes cercanas al club ven, a día de hoy, recurrible ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que podría manifestarse en el plazo de un mes.

En el pasado reciente, no obstante, el TAS ha amparado el principio de la integridad deportiva que rige a UEFA a la hora de fijar, como requisito para la participación en competiciones europeas, el "no estar ni haber estado involucrado en ninguna actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido".

En el Barça entienden igualmente que la denuncia de la Fiscalía no prueba precisamente que el club perseguía el objetivo de influir en el arbitraje

En el Barça entienden igualmente que la denuncia de la Fiscalía no prueba precisamente que el club perseguía el objetivo de influir en el arbitraje con sus 7,3 millones de euros en pagos a José María Enríquez Negreira mientras fue el número dos del arbitraje. Preocupa más bien el influjo que podría tener en la decisión de la UEFA la participación de los culés en el proyecto de la Superliga europea, que aguarda precisamente por un fallo inminente de parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

En cualquier caso, apuntan otras fuentes, la defensa del club plantea grandes desafíos. El mayor será el de probar una utilidad lícita para los pagos efectuados a Negreira; el segundo pero no menos importante, contrarrestar los argumentos de la Fiscalía y el testimonio del propio exnúmero dos de los árbitros sobre la intencionalidad tras los pagos, que obedecían, según el mismo ministerio fiscal, a un acuerdo "verbal estrictamente confidencial" entre las partes.

La Fiscalía denuncia un "acuerdo verbal"

Como apunta Marca, el reglamento de la UEFA permite a sus dirigentes a tomar medidas en caso de considerar que existen indicios suficientes de que el club ha intentado adulterar la competición.

En este sentido, cobra relevancia la interpretación que hagan en Suiza de la denuncia planteada por la Fiscalía, que acusa al club como persona jurídica y sus expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu de haber consumado un "acuerdo verbal estrictamente confidencial" con Enríquez Negreira para que, "a cambio de dinero", "realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barça en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase". Entre las pruebas que han trascendido está el testimonio del propio Negreira, que según reproduce la Agencia Tributaria, reconoció que sus servicios buscaban garantizar "neutralidad" del arbitraje hacia el Barça.

En Hacienda existe además la presunción de que el vicepresidente de los árbitros repartía el dinero entre terceros. Dentro de LaLiga, se sospecha que la operativa obedecía a un "fondo de reptiles" para árbitros acordado entre el club y la Federación. Más aún, dado que entre los comisionistas entre el Barça y Negreira aparece Josep María Contreras, un exdirectivo blaugrana próximo al expresidente de la RFEF, Ángel María Villar.

Por lo pronto, el escrito del ministerio fiscal acusa al Barça de haber intentado adulterar la competición nacional con 7,3 millones en pagos realizados entre 2001 y 2018 a Negreira. A ojos de UEFA, solo estarían prescritos los pagos entre 2001 y 2007, pero no desde abril de 2007 hasta 2018. Hasta sentencia, no obstante, el ente europeo solo podría sancionar al club año a año.

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