Paquetes turísticos, vuelos, bares... Un año más, los precios de la hostelería y el turismo se superan con la llegada del verano. Este año las vacaciones serán, de media, un 10% más caras que las anteriores, cuando ya subieron como consecuencia de la inflación y la recuperación pospandemia. Respecto a 2019, hace cinco años, los viajes y el ocio por España se han encarecido un 30%.
La mayor subida de precios en el periodo más reciente se ha dado en los paquetes turísticos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que elabora el Índice de Precios de Consumo (IPC), éstos han sido un 22% más caros este junio que el anterior, cuando a su vez ya habían subido un 17% respecto a 2022. Desde 2019, el encarecimiento acumulado es del 51%.
También los vuelos nacionales han registrado un incremento de precios significativo, del 12%, respecto al verano del año pasado. En este caso, sin embargo, hay que recordar la pérdida de negocio que sufrieron las aerolíneas por la pandemia, lo que hundió los precios durante meses. De hecho, las subidas apenas les han servido recuperar los niveles previos a la crisis sanitaria y situarse un 10% por encima.
Más sostenido e intenso ha sido el encarecimiento del sector hotelero en España. Según el IPC, este junio los españoles que hayan realizado reservas han pagado un 9% más que el año pasado. Y si se compara con el junio de hace cinco años, en 2019, la subida acumulada de precios en el sector hotelero asciende al 40%. Es el servicio que más ha subido, sólo por detrás de los paquetes turísticos nacionales.
Además, aquellos que busquen ahorrar alojándose en campings y albergues no lo tendrán fácil. En esos casos los precios también han aumentado casi un 5% respecto al año pasado, cuando ya habían subido un 6%. Respecto a 2019, punto de referencia previo a las crisis más recientes -tanto la sanitaria como la inflacionista-, el incremento de precios asciende al 18%.
No solo hoteles y vuelos, también bares
Además de pagar más por viajar y alojarse, estas vacaciones los turistas notarán un 'plus' en los restaurantes. Los precios este junio han sido casi un 5% superiores a los del junio pasado, cuando ya se había registrado una subida anual del 6% respecto a 2022, cuando a su vez habían crecido un 5%. Como consecuencia, si se echa la vista cinco años atrás, salir de bares ha subido un 20%.
La escalada generalizada de precios en el sector servicios es lo que ahora está provocando que la inflación sea más persistente. En junio fue del 3,4%, dos décimas menos que en mayo, por la moderación de los alimentos y la energía. Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye precisamente los precios energéticos y de alimentos frescos, se mantuvo durante segundo mes consecutivo en el 3%.
Es la piedra en el camino que ahora encuentra el Banco Central Europeo (BCE) en sus decisiones de política monetaria. La 'pegajosa' inflación de los servicios en el conjunto de la Unión Europea le dejaría sin margen para bajar los tipos la próxima semana. Salvo sorpresa, no se espera otro recorte como el de junio, que fue el primero desde 2016.
jgarejula2
Consecuencia de la diabólica combinación de avaricia, lo menos, y de la insufrible presión fiscal, lo más. Los costes laborales, los impuestos, las cotizaciones sociales..., en España hay que ser casi un suicida para montar un negocio.