La inflación empieza a hacer mella en el acceso a la vivienda. Los últimos datos del Banco de España sobre concesión de hipotecas son sugerentes: en marzo, el valor agregado de los préstamos firmados descendió un 11% tras un año al alza. Y no sería un hecho aislado sino el anticipo de la regla general una vez que el Banco Central Europeo empiece a subir los tipos de interés, como se espera que ocurra durante la segunda mitad del 2022.
Por lo pronto, ya existen cifras que dimensionan el impacto de la actual situación en el coste de acceder a una vivienda hacia finales de año. Según una estimación de la comparadora iAhorro para Vozpópuli, al ritmo que sigue el euríbor, la hipoteca variable promedio en España, de 150.000 euros a 30 años, se habrá encarecido en unos 1.500 euros al año para el mes de diciembre. Para una nueva hipoteca, estamos hablando de unos 45.000 euros extra. Help My Cash, en suma, pronostica un encarecimiento de unos 1.000 euros al año para una hipoteca promedio.
Lo anterior justifica el boom que siguen viviendo las hipotecas a tipo fijo, con una cuota superior al 70% en lo que va de año. Sin embargo, como coinciden en señalar fuentes bancarias e inmobiliarias, la banca ya ha empezado a encarecer las hipotecas a tipo fijo asemejándolas en la medida de lo posible a la variable. Esto último tendería a volverse más notable en la segunda mitad del año.
Caixabank proyecta que será en 2023 cuando la tasa de esfuerzo en el acceso a la vivienda alcanzará el 36%, por encima del 35% considerado como saludable
Todo lo anterior redunda en que el coste de la vivienda se encarecerá, aunque será en 2023 cuando el impacto se volvería más que perceptible: Caixabank proyecta que será entonces cuando la tasa de esfuerzo en el acceso a un piso alcanzará el 36% de los ingresos, por encima del 35% considerado como saludable.
El alquiler de vivienda también se encarece
El acceso a la vivienda en alquiler también tenderá a verse dificultado, si bien por motivos algo distintos. En el último año, el mercado de los arrendamientos ha encajado una reducción significativa de la oferta, hasta un piso histórico inferior a los 70.000 pisos, por los más de 140.000 que se alcanzaron a finales de 2020.
Semejante reducción de la oferta intensificada desde mediados del pasado año ha obedecido fundamentalmente al levantamiento de las restricciones por la covid y al rebote de la demanda. Sin embargo, fuentes del mercado hacen también alusión a la inseguridad jurídica provocada, sobre todo, por el proyecto de Ley de Vivienda en trámite desde finales de 2021 que facultaría a Comunidades y Ayuntamientos para imponer controles de precio en zonas tensionadas. El Gobierno ha presupuestado la aprobación de dicha ley para el tercer trimestre de este 2022.
De cara a la segunda mitad de este año, desde UVE Valoraciones se atreven a pronosticar un incremento de los alquileres del 6%. En números absolutos, se trata de un incremento en un alquiler promedio en España de unos 500 euros al año
De cara a la segunda mitad de este año, un informe de la tasadora UVE Valoraciones a partir de Idealista pronostica un encarecimiento de los arrendamientos del 6%. En números absolutos, se trataría de un incremento en un alquiler promedio en España de unos 500 euros al año.
En los puntos más demandados, Barcelona y Madrid, estaríamos hablando de unos 50 euros más al mes en nuevos contratos, esto es, sin contar el impacto de la inflación (del 8,3% en abril) en las actualizaciones de renta. El Ejecutivo, en cualquier caso, tiene ya decidido prorrogar el tope del 2% a las actualizaciones de contrato hasta septiembre; previsiblemente, de hecho, lo mantendrá hasta diciembre, lo que podría contribuir paralelamente a la fuga de pisos del mercado tradicional hacia el alquiler turístico o la compraventa.
