La empresa organizadora de los Harley Days ha acusado a la alcaldesa Ada Colau de imponer un “veto ideológico” para impedir la tradicional concentración de moteros en la avenida de María Cristina de Barcelona. Una fiesta que congregaba cada año a 20.000 aficionados de la mítica marca de motos estadounidense.
Rápidamente saltó el Ayuntamiento a precisar. Según su versión, lo que había rechazado el consistorio era la celebración de una “motorada” sin patrocinador. La negativa se escudaba en que en la ciudad ya circulan muchas motocicletas.
Harley se ha desmarcado de la polémica
Entre dimes y diretes Harley se ha desmarcado de la polémica. Un portavoz de Harley Davidson Europa declaró que la compañía había decidido no convocar el encuentro anual y que así lo comunicó a la empresa organizadora del evento en la ciudad condal en diciembre. Y en enero se lo transmitió al Ayuntamiento.
Sin embargo la empresa que organizaba los actos ha querido poner los puntos sobre las íes. Según la sociedad, el comunicado de Harley Davidson donde informaba que no se iba a celebrar el evento se emitió después del veto a un encuentro motero sin patrocinador oficial.
Esta fue la versión que llevó a los promotores a acusar a Colau de no gustarle las motos porque prefiere inclinarse por políticas que favorecen a las bicicletas.