El socialista Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana, va a tener una semana muy ocupada, pero fuera de su comunidad. Una intensa agenda le llevará primero a Madrid y después a Berlín, donde asistirá a la feria de turismo. Nada extraño, si no fuera porque estos viajes impedirán que esté presente en la sesión de control parlamentario. Y así no hay oposición que valga a sus políticas. La lideresa popular en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, ya se refiere a Puig como “nuestro 'Willy Fog'”. A este Buscón le llegan ecos de historias trufadas de envidia: no va a ser solamente Mónica Oltra, la vicepresidenta, quien esté habitualmente lejos de la comunidad.
En vez de someterse a la sesión de control, Puig estará en la capital germana. Se da la circunstancia de que el certamen en cuestión se extiende hasta el día 13, con lo que podría perfectamente haber acudido a los dos eventos. En Madrid estará el martes y ahí permanecerá hasta media tarde del miércoles para estar presente en el congreso de UGT que certificará el adiós de Cándido Méndez a la secretaría general del sindicato prosocialista tras 23 años en el cargo.
Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, estará en Berlín el miércoles a las nueve de la mañana. Puig, no. Tiene previsto coger su vuelo a las 19.45 horas y regresar a España a mediodía del jueves. Si el presidente valenciano viajara junto a Colomer le daría tiempo de llegar a la sesión de control el miércoles por la tarde. Pero no. Prefiere no perderse los homenajes a Méndez y no cumplir con los valencianos. Ya habrá tiempo. La vieja política parece no tener fin.