El pleno de las Cortes regionales de Castilla-La Mancha debate este jueves las propuestas presentadas por Podemos y PP para retirar los privilegios de los que disponen los expresidentes de la región, y de los que sólo ha hecho uso José Bono, que presidió la comunidad autónoma entre 1983 y 2004. Dichos privilegios, explican fuentes políticas manchegas, consisten en coche, chófer, dos secretarias, y oficina, todo con un coste anual de 160.000 euros.
Ante el inminente fin de tales privilegios, el actual presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page (PSOE), se descolgó el miércoles asegurando que Bono le había comunicado hace meses su intención de renunciar a ellos. Tras cerca de una década disfrutando de gastos tan elevados con cargo a los presupuestos regionales, José Bono ha decidido de repente que ya es hora de echar una mano a las arcas públicas, como si no tuviera nada que ver el hecho de que tanto Podemos como PP fueran a reclamar el fin de esos privilegios.
Fue bajo la presidencia de Bono, en el año 2003, un año antes de su salida del gobierno de la región, cuando se aprobó la Ley 11/2003 del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, que contempla que un expresidente de la región tendrá derecho a una secretaría de apoyo, dotada con dos personas; un local de oficina con los medios adecuados; un conductor; un automóvil de representación perteneciente al parque móvil de la Junta de Comunidades; y un servicio de seguridad y protección personal. "Los ex-Presidentes tendrán el tratamiento de Excelencia", dice el punto cuatro del artículo nueve de dicha Ley.
Según las fuentes consultadas, es la tercera vez que el asunto llega al pleno de las Cortes. En las dos anteriores ocasiones la retirada de dichos privilegios, propuesta por el PP, fue tumbada por el PSOE. Las mismas fuentes todavía dudaban el miércoles de que realmente se ponga fin a esta práctica en la región, a la que ya renunciaron tanto José María Barreda (PSOE), como María Dolores Cospedal (PP).
Quien le iba a decir a José Bono en las navidades de 2014, cuando facilitó un encuentro entre José Luis Rodríguez Zapatero y Pablo Iglesias -Bono fue abogado de su padre ante el franquista Tribunal de Orden Público- e Íñigo Errejón, que los chicos de Podemos iban a cargarse el que pudiera acudir a todos sitios con chófer con cargo a los castigados presupuestos manchegos.