Nadie sabe cómo, pero el hecho es que los maceros del Ayuntamiento de Madrid, una institución en la casa, no aparecieron el sábado en la toma de posesión de Manuela Carmena. Los maceros eran hasta la fecha funcionarios de protocolo que acompañaban no sólo los plenos extraordinarios, sino todas las manifestaciones oficiales de la ciudad como procesiones, funerales, recibimientos de jefes de Estado...
Sin embargo, la nueva alcaldesa sí que recibió el bastón de mando y el collar que le acredita como primera autoridad municipal. No se lo puso, pero se le hizo la entrega simbólica. En algunas ciudades los alcaldes de las candidaturas cercanas a Podemos rechazaron el bastón por considerarlo, como es, un símbolo de autoridad. Los maceros, también un símbolo de autoridad, sufrieron un primer golpe con la llegada de Gallardón al Ayuntamiento, dado que los retiró de los plenos habituales. Sin embargo, la pasada semana sí que hubo algunos momentos en los que estuvieron velando el cadáver de Pedro Zerolo en el Patio de Cristales de la Casa de la Villa.
Manuela Carmena empezó por tutear a los concejales en el Pleno y prometió simplificar el Parlamento paralelo que montó Alberto Ruiz-Gallardón
El crucifijo se mantiene en el viejo salón de la Plaza de la Villa, pero Ruiz-Gallardón aprovechó el traslado a Cibeles y ya no colocó la imagen en el nuevo salón, algo que parecía de otros tiempos. Los más viejos del lugar recuerdan que el agnóstico Tierno Galván no lo retiró del salón por considerar que el Cristo era “imagen de paz y unión entre los hombres”, según dijo en una ocasión. La alcaldesa Carmena, que había negociado todo el protocolo con Ana Botella, tampoco utilizó la Biblia como sí hizo su antecesora para jurar el cargo.
Pero no sólo los símbolos van a cambiar. Manuela Carmena empezó por tutear a los concejales en el Pleno y prometió simplificar el Parlamento paralelo que montó Alberto Ruiz-Gallardón, así como los lujos del que fue llamado ‘faraón’ de Cibeles. Para empezar está pensando en cómo reducir su despacho que le resultó “excesivamente grande”. Ha anunciado una reorganización. Irá en transporte público, aunque nadie duda que tendrá un coche para cuando tenga que acudir a algunos actos. Pero se acabaron los motoristas de escolta y los coches de respeto de la época anterior.
Las juntas de distrito, que fueron vaciadas de poder totalmente por Ruiz-Gallardón, van a recibir competencias para poder estar más cerca de los ciudadanos. En el PP han considerado que algunos de los nombramientos de la alcaldesa son ya una declaración de intenciones y una provocación. Rita Maestre, una de las asaltantes que se desnudaron en la capilla de la Complutense, será la concejal presidenta del distrito de Salamanca, el más conservador y católico, y caladero de votos del PP.