El Ayuntamiento de Madrid, que preside Manuela Carmena, ha llamado a los sindicatos policiales a una reunión tras el ultimátum que lanzaron cinco de estos grupos el lunes. CCOO, UGT, CSIT-Unión Profesional, CITAM y UPM firmaron un comunicado conjunto el lunes que enviaron al concejal de Seguridad, Javier Barbero, en el que señalaban que quieren terminar “con el ambiente de crispación y desconfianza que se está instaurando en la Policía Municipal”. En la Plaza de Cibeles no quieren líos cerca de las elecciones y menos con un cuerpo que tiene fama de movilizaciones muy prolongadas y llamativas.
"Somos –decían los agentes- los primeros en desear un ambiente de entendimiento y diálogo entre la corporación y los sindicatos, pero para ello es necesario iniciarlo y respetarlo". Los firmantes consideran que ningún colectivo laboral, como es la policía local, puede admitir ser diferenciado y apartado en una negociación de recuperación de derechos laborales. Al resto de los funcionarios municipales se les ha compensado con una reducción de horario los recortes sociales, mientras que a bomberos, policía y Samur no.
Los policías esperaban más del equipo de Gobierno. De hecho, la alcaldesa Manuela Carmena fue aplaudida por las familias de los agentes en la fiesta de San Juan, el 24 de junio. Pero hasta la fecha no hay diálogo y respuesta a la larga lista de reivindicaciones profesionales. Los sindicatos apoyaron la medida de devolver el renting con el que el Gobierno de Botella renovó la flota de coches patrulla porque les prometieron chalecos para todos.
Manuela Carmena fue ovacionada por las familias de los agentes en la fiesta de San Juan, pero hasta la fecha no hay diálogo con ellos
Los más maliciosos hablan de que Ahora Madrid aprovechará el cambio de la flota para disolver las llamadas UCEs, los antidisturbios que creó Gallardón, y que no son del gusto de Podemos y resto de partidos que conforman el equipo de Manuela Carmena. No olvidan que las UCEs, con órdenes del equipo del PP, participaron en desahucios.
Los agentes señalan que son conscientes del grave deterioro de la Policía Municipal debido a la gestión del equipo de Ana Botella, pero no admiten que la solución a la falta de plantilla y mala organización sea "un trato discriminatorio" como el que dicen les está ofreciendo Manuela Carmena. Los sindicatos se quejan no de que no exista acuerdo "sino de la falta de diálogo" por lo que urgen emplazar a la Mesa Sectorial de Policía para resolver los temas pendientes.
Antes del verano sindicatos y responsables policiales mantuvieron una reunión sobre la jornada laboral y se quedó a la espera de la respuesta del Área de Hacienda. No se ha sabido nada después de aquel encuentro. La unanimidad no es total entre los representantes de los más de seis mil policías que tiene Madrid. CPPM, el grupo más importante, es partidario de las movilizaciones. Consideran que les están dando largas y que es necesaria ya la protesta “pues no nos devuelven los derechos que nos han arrebatado”.