El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, un tipo de buen comer y leído (su nombre sonaba para carteras de más enjundia como Exteriores), acudió a principios de semana a Navadijos (Ávila), punto de salida del ganado trashumante que va de Gredos a Extremadura, donde rindió un homenaje inesperado a figuras literarias y televisivas como Sancho Panza, compañero de fatigas de Alonso Quijano, Curro Jiménez o la serie Bonanza.
En un día de perros, de frío abulense, niebla y viento, Cañete se subió no sin dificultades a un caballo similar al del bandolero Curro Jiménez con el que recorrió parte del camino trashumante para defender algunas de las reivindicaciones de la ganadería. El ministro abundó en las exigencias sanitarias del gremio o en la problemática que suponen los lobos y sus ataques a las cabezas de ganado.
Los apuros de Cañete para encaramarse al corcel fueron grabados y publicados en Youtube. Cañete confesó que no cabalgaba desde 2003, cuando subió el puerto de El Pico, también en Gredos, en el regreso de la trashumancia. Aunque Sancho llevaba un burro, Cañete se le parecía bastante.