El Buscón

‘El País’ se olvida de que el PSOE es obrero: la embarazosa errata del diario de Cebrián

Habían pasado tan sólo unas horas desde que el PSOE ratificara su decisión de abstenerse en la próxima sesión de investidura de Mariano Rajoy cuando El País llegaba a los quiscos

  • El presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián

Habían pasado tan sólo unas horas desde que el PSOE ratificara su decisión de abstenerse en la próxima sesión de investidura de Mariano Rajoy cuando El País llegaba a los quiscos con una de las erratas más embarazosas de los últimos tiempos. En medio de la dura sucesión de golpes que estaba recibiendo este partido por favorecer la formación de un gobierno del PP, el diario de Prisa cometía un error que, por inoportuno, resultaba hasta cómico, dado que en el titular de su crónica sobre lo que acaeció este domingo en Ferraz su autor se comió la “o”, de obrero, al escribir las siglas del partido.

De este modo, el PSOE figuraba como el PSE. Como un partido socialista español, pero sin el componente/ingrediente “obrero”. Cosa curiosa en el día en que sus dirigentes decidieron que el “no” a Rajoy, de entrada, no es una buena idea. Por cierto, en contra del criterio de la izquierda radical y de algunas facciones de la fuerza dirigida por Javier Fernández.

‘El PSE apoya la abstención para que se pueda formar Gobierno’, afirmaba el título de la noticia de apertura de su sección de Nacional, firmada por Anabel Díez y encabezada por una fotografía de Susana Díaz, baronesa del partido en los dominios andaluces y una de las más acérrimas defensoras de facilitar la investidura de Rajoy.

Curiosamente, en la misma trinchera que la presidenta de la Junta de Andalucía combatió el domingo Alfredo Pérez Rubalcaba, flamante miembro del Consejo Editorial de El País y uno de los políticos socialistas que más y mejor relación ha tenido con el Grupo Prisa desde que en tiempos del ‘felipismo’ encabezaba el Ministerio de Educación, con Santillana navegando viento en popa, a toda vela.

El editorial que incluía este lunes el rotativo podrían haberlo remitido algún defensor de la abstención. Como Pérez Rubalcaba, por ejemplo. El texto celebraba la resolución publicada el domingo, tras el Comité Federal, y valoraba el sentido de Estado de los dirigentes socialistas, mucho mayor que el del PP, un partido al que considera “muy proclive al ventajismo”.

Caño no gana para disgustos

Lo cierto es que, en los últimos tiempos, Antonio Caño no gana para disgustos. De sobra son conocidas las disputas que ha mantenido con sus periodistas desde que llegara su llegada al cargo, que han terminado a veces “a voz en grito” y que incluso han culminado con el abandono voluntario del rotativo por parte de algún redactor, según reconocen a este Buscón fuentes internas. Pero últimamente esa tensión ha alcanzado otro de sus picos.

Su Comité de Redacción  -que prepara en estos días un informe sobre su gestión que será “demoledor”, según vaticinan estos informantes- mantuvo un enfrentamiento con el director hace unas semanas, después de que el periódico definiera a Pedro Sánchez como un "insensato, sin escrúpulos", y le tachara de cobarde, mentiroso, sectario y populista dentro de un duro editorial que motivó a 500 suscriptores a pedir la baja.

Antonio Caño ha pedido perdón a los sucriptores del diario que decidieron darse de baja tras publicar un duro editorial contra Pedro Sánchez

Ante esta reacción por parte de los clientes del diario, Caño ha tenido que agachar la cabeza y enviarles una carta en la que reconoce que quizá –y sólo quizá- fueron demasiado expeditivos contra Pedro Sánchez. “No descarto que nosotros (…) hayamos sido presa de la misma efervescencia que denunciamos y combatimos. Si ha sido así, lo lamento profundamente”, afirma en la misiva.

Seguro que este lunes, los seguidores del diario con más retranca han recordado lo que sucedió el pasado mayo, cuando el columnista del suplemento Tentaciones, Juan Soto Ivars decidió despedirse del rotativo con una gamberrada, que consistió en colar un mensaje oculto en uno de sus artículos. Al unir las letras iniciales de cada uno de sus párrafos, los lectores podían formar la frase: “Cebrián es un tirano como Calígula”.

Nada lleva a pensar que este lunes se ha producido un hecho de estas características, pero lo cierto es que la errata también tiene un toque cómico. O tragicómico, según se vea.

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