La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se dio un auténtico baño de masas esta semana junto a los opositores venezolanos. Fue el pasado jueves durante la presentación del canal de televisión El Venezolano, que empieza en breve sus emisiones en España a través de internet. Al acto también acudieron Antonio Miguel Carmona, por el PSOE, y Begoña Villacís, por Ciudadanos. Nadie de Podemos pasó por allí, claro.
El Venezolano TV se presenta como una ventana de libertad para todos aquellos venezolanos que viven en España y ansían informarse sobre lo que realmente ocurre en su país de origen. Muchos de ellos huyeron del chavismo. Y, de hecho, en la presentación estuvieron los principales representantes de la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro.
La presidenta de la Comunidad no paró de saludar a los presentes. Le pidieron mil fotografías y en las mil se puso. Le dieron besos a mansalva y siempre sonrió
Uno de los responsables del nuevo canal El Venezolano TV-España, Íñigo Núñez, lo definió como "un proyecto que se basa en la libertad" y que servirá como "puente para las relaciones entre Iberoamérica y Europa". Lilian Tintori, esposa del político opositor preso Leopoldo López, protagonizó el acto junto a Mitzy Capriles, esposa del alcalde de Caracas y también encarcelado, Antonio Ledezma. Cabe recordar que ambas también se han visto estos días con los expresidentes del Gobierno español Felipe González y José María Aznar, así como con el actual secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
Había muchos opositores, sí, y nadie de Podemos, también, pero en el acto celebrado en la Ciudad de la Imagen madrileña hubo una estrella por encima del resto. Se trata de Cristina Cifuentes. La presidenta de la Comunidad no paró de saludar a los presentes. Le pidieron mil fotografías y en las mil se puso. Le dieron besos a mansalva y siempre sonrió. Los candidatos a la alcaldía de la capital Carmona y Villacís miraban de reojo con cierta envidia. Y cuando el acto acababa, Cifuentes seguía siendo el centro de atención. Más, incluso, que el eterno galán Bertín Osborne, también muy solicitado.