Para hacer realidad unas ciudades del futuro plenamente inteligentes, habitables, sostenibles e inclusivas, es necesario redoblar el esfuerzo colectivo e incorporar una visión inteligente en el ámbito de la gobernanza. Estas son dos de las principales conclusiones del Índice Smart, estudio de referencia Smart City para todas las capitales de provincia españolas, que Idencity presenta hoy oficialmente a la ciudadanía en Barcelona en el Smart City Expo World Congress.
Hablamos con Jordi Hereu y Laura Moreno, director y responsable de consultoría de Idencity, en la sala de prensa del recinto Gran Vía de la SCEWC.
¿Qué es el Índice Smart?
JH: El índice Smart, junto a otros índices que Idencity está llevando a cabo en las 42 capitales de provincia de España, quiere ser un instrumento de mejor conocimiento de la realidad urbana de España en toda su diversidad y una herramienta de análisis para después ser un elemento clave de gestión y por tanto de mejora de todos y cada uno de los aspectos estudiados.
Nos decía que Idencity ya ha llevado a cabo otros Índices en España…
JH: Si, en concreto ya hemos desarrollado un Índice de Competitividad, otro de Movilidad y ahora este índice Smart que presentamos en el Smart City Expo World Congress.
¿Qué entidades han colaborado en la realización del Índice Smart?
JH: Como en el caso de los otros índices, el Índice Smart se ha materializado gracias a la participación de diversas empresas, pero en este caso quiero destacar el apoyo del propio Smart City Expo World Congress. Asimismo, han colaborado también Clear Channel, Citelum, Cellnex, Fundación ONCE, FCC, Alstom, Mobile World Capital y SEAT.
El Índice Smart ofrece un análisis inédito en el sentido que analiza toda la realidad, desde Madrid y Barcelona a las ciudades españolas con menos población
Explíquenos qué valor diferencial ofrece a sus usuarios el Indice Smart
JH: El Índice Smart ofrece un análisis inédito en el sentido que analiza toda la realidad, desde Madrid y Barcelona a las ciudades españolas con menos población, y por tanto toda la diversidad urbana. Existen muchos índices en el mundo que comparan Barcelona y Madrid con otras ciudades del mundo, pero hasta hoy no existía un análisis en profundidad de toda la realidad urbana en España.
¿Cómo se han definido los diferentes indicadores del Índice Smart?
JH: Después de haber estudiado muchos índices internacionales, hemos extraído los 110 indicadores más importantes de la condición Smart de una ciudad y ofrecemos datos homogéneos que podrán estudiarse a lo largo del tiempo. De esta forma, se podrá hacer un benchmarking entre las diferentes ciudades españolas que será a la vez consistente y adaptado a la evolución temporal, ya que el instrumento se renovará año tras año
¿De qué forma ayudará este Índice a aprovechar las oportunidades económicas en España?
LM: Profundizando un poco más en los resultados el Indice Smart y las oportunidades económicas que puede detectar en las ciudades, destacamos que el Índice se compone de 5 dimensiones que miden y evalúan el emprendimiento en distintos ámbitos, uno de los cuales es la economía inteligente. Todos los elementos evaluados tienen que ver con la transformación tecnológica, tanto en cuanto a los cambios que produce como en las oportunidades que genera en diferentes ámbitos industriales y tecnológicos.
Denos algún dato de cuáles son las nuevas oportunidades que se presentan en la economía española…
LM: hemos monitorizado el grado de digitalización de las empresas españolas y hemos detectado claras oportunidades de mejora, por ejemplo, en el importante ámbito de las mini-Pimes, que aún están poco digitalizadas. También hemos monitorizado la incidencia del sector de la alta tecnología en la economía de las ciudades y hemos encontrado resultados y oportunidades muy diversas en las distintas ciudades y en sus eco sistemas de innovación.
El Índice se compone de 5 dimensiones que miden y evalúan el emprendimiento en distintos ámbitos, uno de los cuales es la economía inteligente.
¿Algún ámbito de mejora especialmente sorprendente?
LM: La cantidad de capital humano vinculado con las TIC en nuestra economía es claramente mejorable, incluso en Barcelona, Madrid y las principales ciudades del territorio español, algo que se acentúa todavía más en las capitales de provincia. También nos ha sorprendido que los gastos en innovación, a pesar de que la tecnología es un sector estratégico y que estamos viviendo de pleno la cuarta revolución industrial son todavía demasiado bajos, tanto en el sector público como en el sector privado. Es preciso ampliar la inversión en este ámbito.
JH: El tejido empresarial tiene mucho margen de desarrollo. La digitalización de la economía y de las empresas tiene un campo importante por recorrer. Nosotros siempre lo describimos en positivo, como oportunidades de mejora, pero es evidente que en el campo de la PIME existe todavía mucho recorrido por delante. Existen muchas ciudades en las que, por ejemplo, el sector del comercio tiene mucha digitalización por hacer y su ámbito de mejora es grande.
¿Qué valor añadido aporta un Índice Smart de todas las capitales de provincia españolas?
JH: Este Índice aporta un conocimiento profundo de todas y cada una de las ciudades. Lo que no existía en este país es un observatorio que observe las 52 ciudades. Por separado, cada una de las ciudades son las que mejor se conocen a sí mismas, pero el valor diferencial que da este Índice es que las ciudades se podrán comparar en los ámbitos en que pueden aprender cosas. El benchmarking entre ciudades no deja de ser un gran estudio de mercado de todas las empresas implicadas en el desarrollo de lo que significa Smart City.
Según el Índice Smart, las ciudades españolas deben salvar obstáculos considerables en los ámbitos de gobernanza (42,7%), infraestructuras y servicios de movilidad urbana (43,3%), sostenibilidad y medio ambiente (45,5%) y economía inteligente (46,8%). ¿De qué forma podrán superarlos?
JH: En el futuro las ciudades irán mejorando en muchas dimensiones que hoy se encuentran en proceso. Pero para impulsar estos cambios necesitan primero los datos precisos y después con recursos con los que poder manejar el inmenso volumen de información que se genera en una ciudad. No podemos olvidarnos de que todas las urbes tienen el derecho y el deber de construir una estrategia de ciudad inteligente que les permita mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, adecuada a la realidad específica de cada ciudad, según sus posibilidades, tamaño y prioridades.