Causó sorpresa que el PSC aceptara las tesis de los letrados del Parlament y no acatara la inhabilitación de Torra como president ni las medidas cautelarísimas, escudándose en que esa decisión corresponde al Supremo. La realidad es que el Partido Socialista necesita ganar tiempo y consolidar el nuevo gobierno. Si la inhabilitación se hace efectiva de forma inmediata y Cataluña va a elecciones autonómicas, tanto el PSC como ERC temen que Puigdemont, otra vez, les coma la tostada y sea el candidato más votado del sector independentista, y que eso suponga una crisis en Esquerra que lleve a la ruptura del pacto en Madrid.
Así pues, los socialistas catalanes apoyan a Torra tapándose la nariz para evitar una precipitada convocatoria electoral en abril, que pudiera conducir a una nueva victoria del prófugo de Waterloo. Al igual que cuando Aznar gobernaba con Pujol, su candidato no era el de su partido sino el líder nacionalista heredero del avi Florenci y esquilmador de todo lo que se moviera en la hacienda de la Generalitat, ahora el candidato de Sánchez será Pere Aragonés.
Tanto el PSC como ERC temen que Puigdemont, otra vez, les coma la tostada y sea el candidato más votado del sector independentista
Nada sería más letal para Sánchez que Aragonés. Un candidato poco carismático y con una extraña capacidad de pasar inadvertido, impropia de un político, sucumbiera en las urnas, nuevamente, frente a Puigdemont. Eso provocaría un cataclismo en las bases republicanas y un fin precipitado del acuerdo. El riesgo es real, en diciembre de 2017 el expresidente fugado venció a los republicanos –aunque perdió frente a Cs- cuando nadie lo preveía. Tampoco nadie apostaba porque el líder de JxCat ganaría al protomártir Junqueras en las elecciones europeas, ni que robaría dos escaños a ERC en las elecciones del pasado noviembre. Puigdemont es el Masud del independentismo catalán y tiene la moral comida a la cúpula de Esquerra.
Iceta es un Virrey sin reino, sabe que su misión es facilitar un Tripartito 3, un acuerdo entre ERC, Comunes y Socialistas en el que su trabajo será avalar a Aragonés como presidente de la Generalitat. Si su voto no es decisivo o Puigdemont gana la batalla en el campo independentista la capacidad del PSC de intercambiar cromos quedará limitada.
Iceta es un Virrey sin reino, sabe que su misión es facilitar un Tripartito 3, un acuerdo entre ERC, Comunes y socialistas
ERC ha impedido al expresident de la Generalitat entrar en el grupo Verde en el Parlamento Europeo y los republicanos se relamen viéndole sentado entre los parias de los no inscritos. Ahora los republicanos esperan que los socialistas rematen la faena y el europarlamento conceda el suplicatorio que devuelva a Puigdemont a la casilla de salida, previa a la sentencia del TJUE. Nada temen más los de Esquerra que el fugado a Waterloo sea candidato a unas elecciones autonómicas y tenga como argumento principal el ataque a ERC, acusándoles de connivencia con aquellos que frenan las ansias del independentismo.
El candidato de Sánchez es Aragonés, como el de Aznar no era Piqué sino Artur Mas, pero su problema es que el botón electoral está en manos del Supremo
El PSC y Sánchez quieren consolidar el poder, abrir la mesa de diálogo y llevar los presupuestos al Congreso y parar eso hace falta tiempo. El mismo tiempo que tardará el Supremo en ver el recurso de Torra sobre su inhabilitación dictada por el TSJC, solo entonces dará Iceta su brazo a torcer e ira a elecciones. Para los socialistas el escenario más conveniente para las elecciones al Parlament es otoño, con el gobierno de la nación aún joven, pero con pasos ya dados que den munición a ERC.
El candidato de Sánchez es Aragonés, como el de Aznar no era Piqué sino Artur Mas, pero su problema es que el botón electoral está en manos del Supremo.