Manifestantes independentistas llevan cortando desde el pasado 14 de octubre -fecha de la publicación de la sentencia de los presos del procés- el tráfico de la avenida Meridiana de Barcelona, una de las principales vías de acceso por el norte a la capital catalana. La permisividad del Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por los comunes de Ada Colau junto a sus socios del PSC, delata la incoherencia de los socialistas en su acercamiento a ERC para lograr la investidura de Pedro Sánchez con los votos de los republicanos.
Los cortes promovidos por los CDR en la Meridiana no están bien vistos por los comerciantes de la zona ni por los conductores que en plena hora punta -las acciones empiezan a las 19.00 horas- desean regresar a casa lo antes posible. A las movilizaciones ilegales se oponen también formaciones constitucionalistas como Ciudadanos y PP, que lamentan que PSC y BComú "se sumen a los independentistas" para rechazar medidas que eviten nuevos cortes en la Meridiana.
"El Ayuntamiento les sigue el juego"
Tras 60 días consecutivos de cortes de cinco horas seguidas, comerciantes, conductores y partidos de la oposición no son los únicos disconformes con la situación de la Meridiana. Dentro del cuerpo de la Guàrdia Urbana también existe malestar en algunos sectores contrarios a permitir la eternización de los cortes de los CDR.
"El Ayuntamiento les sigue el juego", han explicado a este periódico fuentes policiales que ha precisado que el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, es "el único" que no está dispuesto a seguir siendo permisivo con la intención de los independentistas de prolongar las molestias en la Meridiana hasta el próximo 1 de marzo.
Problema de orden público
La policía de Colau tiene competencias sobre el tráfico. Batlle ha expresado su deseo de que los Mossos d’Esquadra, responsables de la seguridad ciudadana, actúen “en las próximas horas o días” para “reconducir” los cortes de tráfico en la Meridiana. Desde su gabinete, explican a este periódico que movilizaciones de los independentistas son un problema de orden público. "Durante dos meses, ha sido una manifestación no comunicada a la que siempre hemos querido poner fin", han indicado.
Desde el sábado, sin embargo, la concentración de cada tarde en la Meridiana es una manifestación comunicada al departamento de Interior de la Generalitat por la ANC. La entidad nacionalista, próxima a Junts per Catalunya, quiere que los cortes den paso a una concentración diaria de tres horas en la misma Meridiana. La motiación es la misma: protestar por las penas a los presos del 1-O.
Batlle reclama otro lugar
Desde la concejalía de Batlle insisten en que es necesario para la movilidad ciudad que los manifestantes encuentren "otro punto u otro horario". Ésa es la propuesta de la Guàrdia Urbana ante la intención de los independentistas de alargar 75 días más una protesta que ha cortado el tráfico los últimos 60. Un operativo conjunto de Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana vigila cada noche que los manifestantes no corten el tráfico. Mientras, negocios de la zona denuncian haber notado un descenso en la facturación después de dos meses de movilización callejera.
En conversación con este periódico, fuentes socialistas han descartado que la situación de la Meridiana, tras dos meses de cortes de tráfico, esté relacionada con la mesa de negociación entre Esquerra y PSOE. Otras fuentes conocedoras de la situación, sin embargo, han afirmado que "el PSC está con las orejas gachas por la negociación, y será difícil que ahora levante la voz en contra de los cortes".
Propuesta rechazada
El concejal del PP en el Ayuntamiento Josep Bou lamenta que “Colau y el PSC se sumen a los independentistas para rechazar medidas que eviten más cortes de tráfico en la Meridiana”. El PP ha presentado una propuesta para que el Consistorio lleve a cabo las acciones necesarias para evitar nuevos cortes. La propuesta ha contado con los votos a favor de Ciudadanos y BCN pel Canvi y los votos en contra del Gobierno local (BComú y PSC), ERC y Junts per Catalunya.
Bou defiende que los barceloneses "no pueden estar sufriendo la inacción de las administraciones por motivos ideológicos. Por ello, subraya que las manifestaciones y cortes sin permiso "no se pueden justificar”. “Si estos cortes sin permiso los promovieran entidades constitucionalista, se actuaría desde el primer momento, como ya paso cuando la plataforma Barcelona con la Selección instaló una pantalla en Plaza Catalunya y fue sancionada por Colau", abunda Bou.
