El exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo revela en su libro El derecho a saber la verdad (Península) que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, le sugirió una maniobra para que diputados de la órbita del PDeCAT dinamitasen las llamadas leyes de desconexión, impulsadas para permitir el 1-O.
En el libro, que aporta su testimonio sobre las tensiones entre la Generalitat y el Gobierno a raíz del referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017, Millo menciona una reunión que mantuvo antes de la aprobación de las leyes de desconexión, en el pleno del 6 y el 7 de septiembre en el Parlament.
Además de marcar distancias con los tiempos que estaba imponiendo Puigdemont, Junqueras le transmitió sus sospechas de que diputados de la órbita del PDeCAT "tampoco compartían la estrategia de caminar hacia la colisión".
ERC aceptaría renunciar al 'procés'
Junqueras, explica Millo, "creía que había margen" para que esos diputados del entorno del PDeCAT "no votaran la ley del referéndum" ni la de transitoriedad jurídica.
"Me aseguró que, en ese caso, su partido aceptaría renunciar al procés sin problema, igual que aceptó sin problema formar parte de Junts pel Sí tras haberlo negado reiteradamente", añade.
Junqueras le aseguró que "él no podía hacer nada" para persuadir a esos diputados, pero sugirió a Millo que "tal vez" él o alguien de su entorno podría convencerlos "de alguna manera" hablando con ellos, para que acabaran votando en contra de esas leyes.
Puigdemont propuso un referéndum sobre una reforma autonómica
"Le dije que nosotros no íbamos a hacer eso, que no íbamos a establecer contacto con ellos para intentar convencerlos de que alteraran su voto. No me parecía honesto, correcto ni admisible. Una vez descartada esa opción, me dejó claro que desde su partido no iban a hacer nada para evitarlo y que, si el destino nos llevaba a esa colisión, asumirían las consecuencias", agrega.
Millo preguntó a Junqueras "a título personal" si estaría dispuesto a aceptar "un referéndum a todo el conjunto del pueblo español sobre la independencia de Cataluña", a lo que el entonces vicepresidente del Govern respondió: "No, porque no serviría de nada".
En el libro, Millo también revela que el expresident Carles Puigdemont, meses antes del 1-O, le propuso un referéndum sobre una reforma autonómica que elaborase "una comisión de expertos de carácter neutral".
Millo propuso reformas dentro de la ley
A finales de enero de 2017, Puigdemont y Millo acordaron telefónicamente celebrar un encuentro discreto, en el que el entonces delegado del Gobierno le dejó claro que "no iba a haber ninguna autorización para convocar un referéndum de independencia" y apostó por abrir una "vía de diálogo para buscar consensos" sobre "posibles reformas" dentro de la ley.
Puigdemont, según relata Millo, le dijo que "no había ninguna posibilidad de diálogo si no se aceptaba por parte del Gobierno español la celebración de un referéndum".
"Aun así, propuso encargar a una comisión de expertos de carácter neutral para que acordaran una propuesta de reformas presentables a la opinión pública. Una vez lista, la propuesta sería sometida a votación como si de un referéndum se tratara: si se aprobaban las conclusiones de la comisión, se interpretaría como un 'no' a la independencia; por el contrario, si se rechazaban, se leería como un 'sí' a la secesión", explica Millo.
El exdelegado del Gobierno preguntó si el Govern apoyaría esa hipotética propuesta de reformas: "Me dijo que, aunque ellos estuvieran de acuerdo con el contenido de las propuestas que surgieran de esa comisión, nunca pedirían el voto favorable en una posible votación referendaria, sino que se mantendrían neutrales para que la opinión pública decidiera por sí misma qué voto quería emitir. ¡Vaya tomadura de pelo!, pensé yo".