El Liberal - Política

Perez-Díaz reclama una “gran conversación cívica” entre catalanes para superar el ‘procés’

El sociólogo, que ha participado en un coloquio sobre el problema catalán, ha destacado la necesidad de introducir civilidad en la vida política

  • En la imagen, Josep María Castellà, Víctor Pérez-Díaz y Jaume Magre

“La conversación cívica puede ser determinante en el desenvolvimiento de la situación en Cataluña”.  Esta es una de las reflexiones principales que ha desgranado hoy en torno al asunto catalán Víctor Pérez-Díaz, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y verdadera eminencia en su campo —no en vano, fue premio Nacional de Sociología y Ciencia Política en 2014—. Lo ha hecho en un acto organizado por el Club Tocqueville en el Colegio de Periodistas celebrado bajo el nombre “Radiografía sociológica y demoscópica de la sociedad catalana”, en el que también ha participado el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona Jaume Magre.

En el  acto —presentado por Josep María Castellà y al que han asistido intelectuales constitucionalistas como Joaquim Coll o Benito Arruñada— Pérez-Díaz ha abundado en la idea de que en “situaciones de incertidumbre como lo es la catalana, resulta crucial el face to face, el tú a tú entre los ciudadanos implicados”. Y es que, a juicio de Pérez-Díaz, pese a la fractura existente en Cataluña, hay parcelas comunes entre los ciudadanos en las que es posible el entendimiento. “Es imprescindible que entremos en un tempo de escucha y reflexión. Debemos construir grandes pactos cívicos de escucha mutua  e introducir civilidad en la vida política”, ha reflexionado.

La “brutalidad” de la política, responsable de la desafección

En ese sentido, ha culpado a la falta de civilidad del crecimiento de la desafección de los ciudadanos con los políticos. “No nos gusta que se discuta con esa violencia y brutalidad, ni en la política ni en la vida en general”, ha ponderado. Asimismo, ha sostenido que debe pasarse de la “política de lo instantáneo a la de largo plazo”. Esta es, a su parecer la única manera de que se vuelvan a producir “discusiones transformadoras”, tanto en Cataluña como en el resto de España. “¿Queremos una Cataluña dividida en dos y una España que mire con desdén a lo que ocurre allí? Podemos aspirar a más. Y para ello se requieren encuentros entre las partes”, ha precisado.

En un plano más cuantitativo y menos cualitativo, Jaume Magre también ha incidido en la paulatina desafección de la ciudadanía con la clase política. Así, ha recordado que si a principios de los 90 la mitad de los catalanes desconfiaba de sus dirigentes, en la actualidad la cifra ronda el 80%. “Esta situación ha generado una respuesta populista, que se ha concretado en la aparición de Podemos en España y del procés en Cataluña”, ha dictaminado.

El paso del tiempo como solución

En lo referente al auge secesionista, ha querido subrayar su carácter “coyuntural”. “Debemos recordar que, del 50% de votantes separatistas, nada menos que el 30% se apuntó al movimiento en los últimos años. El 20% restante lo forman los independentistas de toda la vida, porcentaje que apenas ha variado en las últimas décadas”, ha aclarado. En su opinión, el único remedio para revertir dicha situación es el paso del tiempo”.

Asismismo, Magre ha hecho hincapié en otro dato tal vez menos coyuntural. “Lo que de verdad ha cambiado en el paisaje catalán es el sentimiento de pertenencia. Muchos de los que antes se sentían tan catalanes como españoles, tras el procés se sienten exclusivamente catalanes. Poco a poco, algunos vuelven a sentir como propias ambas identidades, pero aún son muy pocos”, ha destacado.

¿Cómo se traducirá este paisaje en las futuras elecciones catalanas? Magre ha considerado que “no hay nada escrito”, y ha recordado que en los últimos comicios españoles “tres millones de ciudadanos decidieron su voto el día anterior”. “Con una situación tan coyuntural como la que he descrito, todo puede ocurrir”, ha concluido.

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