La preocupación crece en la plantilla de Nissan en Montcada i Reixac y la Zona Franca de Barcelona, una sensación similar a la que se vive en la de Seat tras los últimos altercados en las carreteras catalanas.
Entre los cerca de 3.000 trabajadores de Nissan se ha extendido cierta "incertidumbre” por el futuro de la fábrica de Barcelona tras considerar las consecuencias laborales que puede tener la imagen de Cataluña proyectada en el exterior tras los disturbios, cortes de carreteras o del bloqueo de tres días consecutivos realizados por cientos de manifestantes independentistas en la autopista AP-7, a la altura de la frontera de La Junquera.
Fuentes del comité de empresa de Nissan han asegurado a este medio que el conflicto catalán les resulta “perjudicial” porque tienta a la multinacional nipona a no invertir en Cataluña: “La actual inestabilidad política puede servir a algunos como excusa para llevar a otros lugares sus inversiones, y también para que otras regiones las soliciten y las acaben obteniendo”, han advertido este viernes, un día después del viaje a Japón de la consejera de Empresa de la Generalitat, Àngels Chacón, para reunirse con directivos de la firma automovilística.
"En un mundo competitivo, cualquier pretexto es válido para que reclamen desde otros sitios las inversiones”, advierten desde el comité de Nissan
El Govern asegura que Nissan le ha reafirmado su "compromiso" con la planta de Zona Franca. La imagen exterior proyectada los últimos días, sin embargo, no ayuda a los inversores a pensar que apostar por Cataluña es una buena idea, como han advertido esta semana desde la cúpula de Seat.
El comité ha subrayado este viernes que Nissan y el resto de firmas del sector automovilístico son parte de “un mundo muy competitivo" en el que "cualquier pretexto" es válido para que "se reclamen desde otros sitios las inversiones”.
Inquietud en Zona Franca
Fuentes de UGT en Nissan han explicado a este periódico que la plantilla de Barcelona está afectada por la “incertidumbre y la inquietud que proporciona la situación de Cataluña”, a la vez que “esperanzada con la idea de que alguien dé una salida a esta situación, como ha sucedido en otras ocasiones”.
Llueve sobre mojado en las plantas de Nissan en Barcelona. Hace unos meses, los directivos de la multinacional japonesa esgrimieron el bajo volumen de producción para reducir en un 20% la plantilla de la compañía en Zona Franca y Montcada i Reixac.
"En la plantilla preocupa el futuro de la fábrica de Barcelona, donde no se fabrica ningún modelo nuevo de Nissan"
Se trata de una reducción de 600 puestos de trabajo estrechamente ligada al futuro de la factoría de Zona Franca, que necesita con urgencia relanzar su producción. A la plantilla, acostumbrada a reducciones como la de 2009, le preocupa que se garantice el futuro de la fábrica, donde no se fabrica ningún modelo nuevo de Nissan ni tampoco se espera su llegada.
70.000 vehículos
Las fuerzas sindicales defienden que Nissan no tiene pérdidas en Barcelona, a pesar de tener una fábrica con capacidad para 200.000 unidades y haber acabado el ejercicio de 2018 con una producción de unos 70.000 vehículos.
La garantía de que habrá futuro para Nissan en Zona Franca es, junto a un plan industrial, la reclamación de unos trabajadores que temen ahora que el conflicto político de Cataluña pueda ahuyentar inversiones en la factoría.
Hace unas semanas, en respuesta a informaciones periodísticas que aseguraron que la marca nipona tiene previsto vender fábricas en Europa, fuentes de Nissan aseguraron que no tienen previsto desprenderse en este momento de ninguna.
