La ciudad de Barcelona cuenta con una Oficina por la No Discriminación que tiene como objetivo actuar en situaciones de marginación que se puedan producir en la capital catalana. Situaciones que, según figura en la web de este organismo municipal, "pueden convertirse en delitos de odio" pero que también "se manifiestan de forma más sútil e invisible". Esta oficina cuenta con una mesa de entidades que, entre otras cuestiones, se ocupa de la atención a las víctimas de la discriminación. Entre sus integrantes se encuentra la polémica Plataforma per la Llengua, que defiende a ultranza la imposición del catalán como única lengua en Cataluña y que cuenta en su haber con actuaciones tan controvertidas como el espionaje de menores en los patios de los colegios para vigilar que no utilicen el castellano en sus relaciones.
La mesa de entidades de la que forma parte la Plataforma per la Llengua tiene como objetivos "radiografiar conjuntamente la situación de la discriminación en la ciudad, compartir recursos y proponer, consensuar e implementar protocolos de actuación". Llama la atención que una entidad radical como la plataforma esté integrada en la misma y, a la vez, promueva, por ejemplo, las denuncias de los independentistas contra aquellos establecimientos que no les atiendan en catalán o no tengan sus rótulos en esa misma lengua.
Supremacismo y cohesión social
En la ficha de la Plataforma per la Llengua, que recibe subvenciones millonarias de las administraciones catalanas, la entidad radical se presenta como una ONG que promueve el catalán como "herramienta de cohesión social". En el mismo documento, dicen luchar "contra toda forma de supremacismo, subordinación y menoscabo de los derechos lingüísticos" de los catalanohablantes. Pero, en estos momentos, tienen en marcha una campaña que pretende que el catalán sea reconocido como única lengua cooficial en comunidades como Valencia o Baleares, que tienen sus propias lenguas. Es más, persiguen en la misma campaña que el Gobierno deje de publicar versiones en valenciano de sus portales en internet para ser sustituidas por otras en catalán.
En lo que a las subvenciones que otorga el Consistorio de Ada Colau a la Plataforma per la Llengua, en lo que va de año, han ascendido a 12.000 euros, según fuentes del grupo municipal de Ciudadanos. En 2018, la entidad recibió un total de 18.000 euros del municipio, para programas como el de "trabajo conjunto con comunidades religiosas" (3.000 euros) o el de voluntariado por la lengua (12.000 euros). En años anteriores y con el convergente Xavier Trias al frente del Ayuntamiento, la entidad radical llegó a recibir subvenciones cercanas a los 40.000 euros anuales.
Políticas sectarias
Desde la Asamblea por una Escuela Bilingüe se considera "un despropósito" la integración de la Plaforma per la Llengua en la Oficina por la No Discriminación de Barcelona. Su presidenta, Ana Losada, recuerda que la Plataforma per la Llengua representa "las políticas más sectarias que defienden el catalán y, por tanto, las que más daño le hacen". Losada evoca como "especialmente deleznable" la campaña de espionaje a menores en los patios de los colegios. "A pesar de las críticas que recibieron por vulnerar el derecho a la intimidad", añade en declaraciones a El Liberal, "no han rectificado, pedido disculpas y retirado el informe que realizaron después basándose en los resultados de una investigación pseudocientífica".
Losada también denuncia que la Plataforma per la Llengua cuenta con una app para identificar a los comercios "que, según ellos, no hablan en catalán a sus clientes y así hacer listas negras para boicotearlos". Por ello considera que, integrándolos en la Oficina por la No Discriminación, el Ayuntamiento dirigido por Ada Colau "valida como buenas sus actuaciones". Y de ahí que se pregunte si el mismo Consistorio contaría del mismo modo con una entidad que hiciera lo mismo pero en favor del español.
El Ayuntamiento, según explica Ana Losada, nunca se ha dirigido a la Asamblea por una Escuela Bilingüe "para consultarnos o invitarnos a participar en ninguna actividad, conferencia o similar". Algo que tampoco le extraña pues, explica, el Consistorio forma parte del Consorci d'Educació, "que gestiona las escuelas públicas de la ciudad de Barcelona y en las que se incumple el mínimo del 25% de horas en cstellano". Además, añade Losada, "se dirige siempre a los ciudadanos en catalán, salvo en su web".
A pesar de todo, la Asamblea por una Escuela Bilingüe sí estaría dispuesta a participar en la Oficina por la No Discriminación pues "es evidente que el español está marginado y uno de los que lo excluye de forma asidua es el propio Ayuntamiento".