La conclusión no es nueva. Incluso esperada desde el pasado julio. Entonces, Oliver Wyman y Roland Berger, como pocos meses antes incidía un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), les eximía de tener que realizar un aumento de capital ante una situación de estrés. Dos meses y un nuevo test de estrés después, esta vez individualizado al sector financiero español, BBVA y Santander lideran un conjunto de seis entidades que se hanconvertido en los únicos adalides de un sistema bancario que ha necesitado de un rescate con fondos europeos por valor de 100.000 millones. Estos dos grandes presentan un exceso de capital cercano a los 25.000 millones, algo más de las necesidades de Bankia, en el peor de los escenarios previsto en el ejercicio de Oliver Wyman, según las cifras que maneja Economía.
La diversificación del negocio de BBVA y Santander explica este superávit de capital. Las hipótesis de Oliver Wyman sólo estresan el negocio que tienen ambas entidades en España, una magnitud que ha ido perdiendo fuerza en los últimos semestres frente a las aportaciones de sus filiales en Latinoamérica, Estados Unidos, Europa (Santander) y Eurasia (BBVA). De hecho, en ambas entidades, las aportaciones de la red española en su cuenta de resultados apenas alcanza entre el 15% y el 20%.
Según los resultados del ejercicio, el banco presidido por Emilio Botín tendrá alrededor de 14.000 millones de exceso de capital. En el caso de BBVA, el exceso es de 11.000 millones por encima de lo necesario. Ambas entidades se moverán en un nivel de capital por encima del 9%.
Frente al mínimo de capital del 6% en el escenario estresado, tanto Santander como BBVA presentaran niveles por encima del 9%
Este escenario estresado coloca a las entidades en la hipótesis en una recesión de tres años, una caída acumulada del PIB del 6,5%, una bajada del precio de la vivienda del 26,4% frente al 5% previsto en el escenario base, una desvalorización de la Bolsa del 55% y hasta 270.000 millones de euros de pérdidas para la banca (entre173.000 y 194.000 millones son las pérdidas del escenario base), y todo, con un ‘colchón del 6%’.
Los escenarios que se toman como referencia están en línea con los utilizados por el FMI en la prueba de resistencia realizada en el marco del Programa de Evaluación del Sector Financiero (FSAP, por sus siglas en inglés). La decisión al respecto fue adoptada de forma conjunta por el Ministerio de Economía y Competitividad y el Banco de España, una vez escuchados los miembros del Comité Asesor, entre los que se encuentran representantes del BCE, de los Bancos Centrales de Francia y Holanda y del FMI.
Caixabank, Sabadell, Kutxabank y Bankinter quedarán también integrados en el Grupo 0, el de las entidades que no necesitarán ningún ajuste de capital, junto a BBVA y Santander. De este grupo de entidades, Oliver Wyman ha calculo un superávit de capital cercano a los 4.500 millones para el banco presidido por Isidro Fainé. El resto de entidades acumulará un exceso de capital en el entorno de los 2.000 millones.
En suma, la banca sana sale del examen de Oliver Wyman con un exceso de capital de alrededor de 32.000 millones, prácticamente la mitad de las necesidades de capital que tendrá que cubrir el resto del sector. Hasta ayer mismo, alguna de las entidades estuvieron negociando con Oliver Wyman las últimas alegaciones a los resultados que les comunicaron a principios de esta semana.
El exceso de capital de la banca sana rondará los 32.000 millones, la mitad de las necesidades del resto del sector financiero
En el sector no se descarta que la cifra definitiva supere los 62.000 millones, el tope anunciado por Oliver Wyman y Roland Berger tras el primer test de estrés general al sector financiero, realizado en julio. "Economía quiere aumentar la cifra para que sea más creíble de cara a los mercados", explican desde una de las entidades que no descartaba que su cifra pudiera ser revisada al alza antes de la presentación oficial de esta tarde.
Las grandes dudas se concentran en las cifras finales del Popular, Ibercaja y Unicaja. El banco presidido por Ángel Ron podría necesitar un nivel de capital por encima del 2% de sus Activos Ponderados por Riesgo (APR), lo que le obligaría a un duro plan de ajuste antes de diciembre para evitar la inyección de ayudas públicas en forma de bonos convertibles ('cocos'). En el caso de Ibercaja, su unión a Caja 3 puede lastrar su solvencia y situarle en el Grupo 2 (entidades que recibirán ayudas públicas sin tener posibilidad de buscar financiación privada). En la misma situación se encontrará Unicaja si no logra romper su fusión con el banco CEISS (Caja España-Duero), algo que parece ya inevitable.
También parecen fijos en el Grupo 2, según el consenso de los analistas, tanto BMN, el banco liderado por Caja Murcia, como Liberbank. Mientras, la banca nacionalizada quedará encuadrada en el Grupo 1. Las estimaciones de necesidades de capital para Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia rondarán el entorno de los 40.000 millones. Sólo Bankia necesitará aproximadamente la mitad, algo menos del exceso que firman los dos grandes de la banca española.
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