Los abogados de la empresa estadounidense Apple protestaron por la decisión, ya que temen que la surcoreana Samsung sacará al mercado una versión idéntica con distinto nombre, indicó el diario "Sydney Herald Tribune".
"Sabemos que lo que venga será otra versión de la misma tableta, Galaxy Tab 10.1 ó 10.2 ó 10.1s o como se quiera llamar", afirmó al tribunal el abogado de la compañía de Silicon Valley.
La suspensión cautelar de la venta de la tableta Galaxy Tab 10.1, emitida ayer en la fase preliminar del procedimiento, se produjo un mes antes de la fecha de lanzamiento prevista por la compañía surcoreana con motivo el inicio de la campaña de Navidad.
La juez del Tribunal Federal también rechazó la petición de Apple para que Samsung le entregue con díez días de antelación una copia de cualquier tableta electrónica que intente distribuir en Australia hasta el final del procedimiento judicial.
El próximo 1 de noviembre, los abogados volverán a encontrarse durante una vista de instrucción, antes de que el año que viene comience la audiencia del juicio.
En su denuncia, la empresa fundada por el difunto Steve Jobs acusa a Samsung de violar sus derechos de patente por haber copiado el hardware de sus pantallas táctiles y el software para manejarlas.
La compañía surcoreana ha advertido de que demostrará su inocencia y de que mantiene su intención de demostrar que Apple violó sus patentes en tecnología inalámbrica a través de otra demanda que se discute en la misma corte federal australiana.
Apple ha llevado a Samsung ante los tribunales en una veintena de países como Alemania, donde en agosto un tribunal prohibió también temporalmente la venta de la Galaxy Tab 10.1 en toda la Unión Europea, a excepción de Holanda.