El proyecto de la discordia es un tramo de algo más de 10 kilómetros de la carretera S17 (en torno a la ciudad de Lublin), concretamente entre los nudos de Dabrowica y Lubartow. La correspondiente licitación culminó con la elección, a comienzos del pasado mes de agosto, de la oferta presentada por el consorcio liderado por FCC (aliada en este caso con la local Erbud) como preferente.
El grupo dejó atrás a otros doce competidores, entre los que se encontraba Dragados, la cabecera de construcción de ACS, que no había logrado imponerse en el proceso, aunque presentaba la oferta de más bajo precio (474 millones de zlotys frente a los 490 millones de zlotys ofrecidos por FCC, una diferencia de apenas cuatro millones de euros al cambio).
Precisamente, esa circunstancia fue la que llevó a Dragados a realizar una reclamación ante la Cámara Nacional de Apelación al considerar que la elección no había sido justa teniendo en cuenta lo que se especificaba en los pliegos de condiciones del proceso. Los movimientos A finales del pasado mes de septiembre, la citada Cámara falló a favor de Dragados y ordenó la ejecución inmediata de la sentencia.
De esta forma, la Dirección General de Carreteras y Autopistas de Polonia rectificó a comienzos de la semana pasada, su decisión inicial y nombró como oferta preferente la presentada por Dragados, que había sido en principio relegada en favor de la de FCC por cuestiones técnicas y no de precio.
Pero FCC no ha dicho la última palabra en este proceso. Según ha podido saber Vozpópuli, la compañía que preside Baldomero Falcones ha procedido a impugnar la decisión de las autoridades polacas para tratar de que el contrato vuelva a sus manos.
En cualquier caso, estas circunstancias amenazan con alargar el proceso más de la cuenta, mientras que otros tramos de la autopista ya llevan tiempo adjudicados.
No obstante, no todas las noticias llegadas desde Polonia han sido malas para ACS. La oferta presentada por Dragados para otro de los tramos de la S17, valorada en cerca de 200 millones de euros, ha sido considerada como preferente por la Dirección General de Carreteras y Autopistas. Hace unas semanas, Pol-Aqua, filial polaca del grupo que preside Florentino Pérez, también se adjudicó un contrato de carreteras por un valor aproximado de 100 millones de euros.