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Los periodistas que cubrían este lunes un acto de Rubalcaba con directivos de empresa en el madrileño Círculo de Bellas Artes se quedaron boquiabiertos cuando después de un breve discurso del candidato se les vetó el acceso por circuito cerrado de televisión al diálogo mantenido entre los asistentes. En plena precampaña electoral y con las encuestas en contra, el PSOE se permite una muestra de opacidad que ha dejado muy contrariados a los periodistas encargados de la información del partido.

 La decisión de Rubalcaba obedece al enfado que cogió el pasado 7 de octubre, cuando en un acto con un grupo de emprendedores celebrado en el mismo recinto se sinceró y reconoció la injusticia que supone para los empresarios ingresar el IVA en Hacienda antes de cobrar las facturas. Se trata de una cruzada emprendida hace largo tiempo por el PP para evitar que las arcas de la Agencia Tributaria engorden a costa de sociedades que, en ocasiones, se ven abocadas a cerrar por la alta morosidad existente en el sector público y privado.

 La confesión de Rubalcaba terminó filtrándose a los medios de comunicación y el candidato, muy molesto con éstos, ha decidido mostrarse más precavido. Ayer, la mayoría de los periodistas dedujeron que carecía de sentido tanta discreción puesto que el acto versaba sobre la responsabilidad social corporativa en las empresas, un tema light en el que es especialista el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, auténtico organizador del acto.

 Al final, la audiencia mediática quedó defraudada ante la dificultad de llevar a una noticia frases como éstas: “La izquierda ve al empresario como alguien que solo quiere ganar dinero…El riesgo empresarial no está en nuestra cultura…Los beneficios a corto son lo peor para el futuro…”. Lugares comunes, en definitiva, mezclados con un único anuncio que tampoco era novedoso: si el PSOE gana las elecciones, la responsabilidad social de las empresas será tenida en cuenta en la contratación pública. Pues eso.

El Buscón