Al final Mariano Rajoy reunió a algo más de medio centenar de empresarios vascos en un almuerzo en Bilbao para explicarles sus recetas económicas en caso de llegar al poder. El líder del PP, que prácticamente se ve en Moncloa, anunció que "habrá que tomar muchas medidas y de manera muy rápida, muy urgente" con el objeto de "recuperar la confianza" tanto exterior como interna en nuestro país.
Con la presencia de muchos de los presidentes de las principales empresas vascas (Iberdrola, Grupo Mondragón, Eroski y Euskatel, entre muchas otras) desgranó su ya conocido discurso sobre la necesidad de abordar reformas tributarias, estructurales, del sistema financiero, del mercado laboral, de educación y de justicia, todo ello con la vista puesta en la dinamización económica y la creación de empleo. Una especie de gran plan global para la reactivación del país, según explicaron a Vozpópuli fuentes asistentes al almuerzo, que duró dos horas y media.
Tampoco hubo grandes concreciones, aunque la mayoría de los quince empresarios que tomaron la palabra a los postres no dejaron de expresar su preocupación por la falta de crédito, las deudas que la administración mantiene con las empresas o la necesidad de un Gobierno que marque un rumbo claro. El más hablador, sin duda, después de Rajoy, fue el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. El presidente de la patronal vasca (Confebask), Miguel Angel Lujua, también tomó la palabra aunque no aludió a la presencia de su organización, un día antes, en la Conferencia de Paz de San Sebastián. De hecho, nadie sacó el tema a relucir.
Conversación con Zapatero
Lo cierto es que Rajoy sólo se refirió a ETA y la consabida Conferencia en unas declaraciones que realizó por la mañana tras visitar la empresa Gestamp Automoción, en la localidad vizcaína de Abadiño. Fue también cuando reveló que el pasado lunes habló con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que trasladó su "pleno apoyo" para que "dé la batalla" en la reunión, el domingo, del Consejo Europeo. Rajoy le ha pedido que defienda la solvencia de la deuda española y que la recapitalización de la entidades financieras no afecte al crédito, informa Europa Press.
Así, tras despachar una crema de puerros con txangurro, una merluza en salsa verde y unas frutas del bosque con crema de yogurt, (en raciones muy ajustadas) el líder del PP, a decir de fuentes populares, se sintió satisfecho de un encuentro donde no lo tenía del todo fácil. Volverá a Vitoria para participar en un gran acto de campaña.