Los bancos de Francia, Reino Unido, Irlanda, Alemania y España han anunciado planes para reducir sus necesidades de financiación a corto plazo en cerca de 775.000 millones de euros, para así cumplir con los nuevos requisitos de capital. Sin embargo, Morgan Stanley sitúa esa cantidad en los 2 billones de euros para el total de Europa.
Y es que, la falta de compradores y las grandes pérdidas que las entidades crediticias acumulan debido a la concesión de créditos, convierten los nuevos objetivos de capital en auténticas quimeras.
“La venta de activos no es una opción factible en el entorno económico actual“, afirma Simon Maughan, jefe de ventas y distribución de MF Global UK. “Todos los bancos intentan vender y ninguno está comprando. Simplemente no dará resultado. Es más, los recortes que se están planteando los bancos quedan muy lejos de las necesidades reales de desapalancamiento del sector. Necesitan desprenderse de cientos de miles de millones aún para adaptarse al nuevo orden mundial. Tiene que haber recapitalización”.