El Fondo Monetario Internacional (FMI) está detrás de toda la discusión actual sobre las necesidades de capital de la banca europea. El Fondo es quien está forzando a los europeos a recapitalizar la banca.
El FMI siempre ofrece una panorámica sobre la estabilidad financiera global a través del informe Global Financial Stability Report. El responsable último de dicho informe es el español José Viñals, director del Departamento de Mercados de Capitales y Monetarios del FMI.
En el último Global Financial Report de septiembre de 2011 se plantea un análisis de impacto de las pérdidas en valor que supondría en el balance de los bancos contemplar un escenario tenso de quitas en la deuda soberana. Sin embargo, técnicamente, diversas fuentes consultadas, consideran que “presenta numerosas imprecisiones, asumidas por el propio departamento que elaboró el informe”.
“En primer lugar, si se somete a stress la deuda periférica, puede ocurrir que otros activos que posea el banco generen paralelamente beneficios, como por ejemplo la deuda alemana, tal como ha sucedido en los últimos meses. En segundo lugar, no se tiene en cuenta la gestión del riesgo por parte de las entidades, es decir, no solo hay que contemplar las partidas donde hay pérdidas. En tercer lugar, muchas de esas pérdidas ya están reconocidas en balance”.
Además de analizar la exposición a deuda soberana, en el citado informe se estudia la exposición entre bancos. Para ello utilizan la información que se obtiene de la evolución en los mercados financieros de los CDS de deuda senior de los bancos, y la probabilidad de quiebra implícita en los mismos. Se trata, según fuentes consultadas, de una metodología parcial y no robusta.
Si bien el departamento de Viñals considera que sus cálculos no son ningún test de resistencia, sino más bien un análisis de impactos, y asumiendo además las imprecisiones técnicas, el mensaje es muy claro: el sistema bancario europeo necesita recapitalizarse. A partir de ahí, la EBA desarrolla la idea.
Aparentemente el FMI trataría de dar una señal tranquilidad y confianza ante posibles quitas de deuda soberana. Bruselas parece haber comprado esta idea, y este fin de semana podría llegarse a un acuerdo, en base a los compromisos adquiridos.
Sin embargo, hay una clara resistencia por parte de los bancos y de distintos países, entre ellos España y Francia. Alemania, según fuentes consultadas, no presenta una opinión clara, siendo en el mejor de los casos inconsistente.
El comportamiento del FMI se puede analizar desde una doble vertiente. Una de las fuentes consultadas considera que “o bien hay una agenda oculta del FMI, o bien son incompetentes”. Se decanta por la segunda. Por otro lado, según otra fuente consultada, “quien realiza el informe es un departamento técnico, y no el consejo del FMI, que en esos momentos se encontraba en pleno proceso de traspaso de poderes de DSK a Christine Lagarde”.