Fue un nuevo día de resaca tras el anuncio del fin de la violencia por parte de ETA pero con diferentes puntos de vista. La manifestación tuvo lugar después de un encuentro de los socialistas vascos en San Sebastián, una de las ciudades más castigadas por el terrorismo, en el que tanto el lehendakari, Patxi López, como el candidato del PSOE a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, se emocionaron a la hora de recordar a las víctimas de la banda.

Rubalcaba aseguró que "no le debemos nada a ETA ni a quienes hasta hace dos días les han apoyado, a esos, mucho menos", para después concluir que "les quitamos las armas y ahora les quitaremos los votos", en referencia a los prócimos comicios del 20-N.

También habló el sábado Mariano Rajoy, candidato del Partido Popular, quien recordó que es hora de "ser prudentes y de estar a la altura de las circunstancias", al tiempo que tuvo un recuerdo para las víctimas del terrorismo, a quienes instó a apoyar.

Mientras, al término de la citada manifestación dirigentes de dos de las organizaciones firmantes de ese Acuerdo, Belén Arrondo, del sindicato de la enseñanza STEE-EILAS, y Ainhoa Etxeaide, secretaria general de la central sindical LAB, han leído un manifiesto en el que han hecho un llamamiento a los estados español y francés "a que se sienten y dialoguen cuanto antes con ETA para dar salida a las consecuencias de décadas de confrontación armada".

A lo largo de la manifestación se han coreado consignas en favor del regreso de los presos de ETA a casa, de la amnistía y de la independencia. También se han dado gritos de "sin amnistía no habrá paz".

Los convocantes han señalado que las propuestas de la Conferencia de San Sebastián son "válidas para promover la solución que traerá una paz duradera", pero han advertido de que "carecen de recorrido si sus receptores no responden positivamente".

En general, las consignas han recordado lo dicho desde el entorno abertzale tras el comunicado de ETA: el conflicto no está concluido desde el punto de vista político.